Debo contarles que el último viaje realizado fue a tierras Incas, Perú, y una de las cosas que más ha llamado la atención a nuestra llegada es si se pueden traer productos de esta tradicional hoja que puedes consumir muy fácilmente en aquel destino. Y lo que les diría es que tengan mucho cuidado, pues quizá puedan traer un té comercial de bolsitas para filtrar, algunos dulces o chocolates, pero no pueden traer por ningún motivo la hoja verde fresca natural, la hoja seca, concentrado líquido, micropulverizados o polvo. Hay muchos productos que están prohibidos en distintas partes del mundo, y es que al momento de viajar nos relajamos y podríamos pensar que no nos van a detener en algún aeropuerto, pues tu intención es consumo por turismo, o traer souvenirs; sin embargo, es importante revisar los lineamientos de seguridad, normas y reglamentos para la entrada a tu país de regreso o, bien, al país que quieres visitar. En este caso la hoja de coca es un producto que se vende con total libertad en Perú, es normal obtener por 3 soles (15 pesos) bolsitas de hoja fresca, la hoja seca, en dulces, en chocolates, en barras de amaranto o en pan, pero eso no quiere decir que la dejen entrar a cualquier país. Hay infinidad de productos hechos con esta hoja, pues la consideran, la planta sagrada de los incas. El consumo para el viajero es el alivio del famoso “soroche”, mal de la montaña o de altura, que puede afectarte con dolores de cabeza, mareos, indigestión, náuseas y vómitos, cansancio extremo e incluso falta de apetito, pues la altura del Cusco es de 3,390 metros sobre el nivel del mar, la altura de nuestro amado Querétaro es de 1,820 msnm. Y algunos puntos de Perú son aún más altos, como en la Montaña de 7 colores con 5 mil 200 msnm.
La hoja de coca no es cocaína, es una planta de origen amazónico que forma parte del acervo cultural y medicinal milenario. Comúnmente se tiende a confundir la hoja de coca, con la cocaína, es decir, el compuesto químico extraído de la planta que requiere un proceso para convertirlo en estupefaciente. La planta sagrada de los incas fue utilizada en ceremonias religiosas, como vigorizante y como medio de pago, a la par de la plata y el oro. Su consumo se refiere desde las sociedades andinas, con la primera cultura arqueológica de Las Vegas que se asentó en Ecuador; sin embargo, fue durante el imperio inca cuando tomó importancia religiosa y económica. Perú cuenta con más de 25 mil especies de plantas, sólo que el turismo y en general el mundo entero se enfoca más en la coca por su popularidad. Puedo recomendarles tomar otras infusiones como la muña o la menta de la montaña, que destaca por su delicado sabor parecido al cedrón, tiene propiedades curativas como aliviar problemas digestivos, dolor de estómago, y además también para el mal de altura, en mi caso, disfruté más el sabor de la muña y sus beneficios.
Queridos lectores, es ilegal transportar hojas de coca con cualquier propósito, pues, aunque es natural, la cocaína se deriva de ellas. Por lo que reitero, si van a Perú y compran hojas de coca naturales para consumir durante sus tours en Machuppichu, la montaña de los 7 colores, la laguna de Humantai, el lago Titicaca, el Valle Sagrado o cualquier parte de ese maravilloso destino, revisen muy bien que al momento de regresar a México no traigan alguna bolsita escondida entre sus pantalones, chamarras o prendas que hayan utilizado, no querrán llevarse una mala experiencia al pasar los filtros de seguridad con esta planta, que fue, es y será un aliciente para los visitantes de Los Andes.
*Periodista y conductora
Premio Internacional de Periodismo Turístico 2022 Otorgado por la OMPT