Sin saber que podría ser el retrato más importante realizado en vida, un artista queretano, ha dejado una huella imborrable en la historia del arte religioso con un retrato que realizó para el papa Francisco, el artista plástico, Gabriel García Aguas, originario de Pinal de Amoles. Este retrato eclesiástico contemporáneo, pintado en acrílico sobre lienzo con un marco vintage, fue entregado en el Vaticano a inicios de este mes, antes de que el Papa Francisco falleciera.
Lo que hace que esta obra sea aún más interesante, es que, en enero, García Aguas se había reunido con amigos, y colegas de la Diócesis de Querétaro, entre ellos, el Padre Filiberto Cruz, Párroco de la Sagrada Familia, Don Domingo Díaz Martínez, Arzobispo de Tulancingo, Sergio Rivera, director de la Facultad de Artes de la UAQ, y su servidora. En esa amena tertulia se había previsto que este momento llegaría, por lo que hablamos de la importancia de inmortalizar al Sumo Pontífice, y el único que podía perpetrar la imagen era él, así que a partir de esa fecha el maestro García, puso manos a la obra, para trabajar en cada detalle del retrato con la esperanza de que fuera inolvidable para el Papa y que pudiera ver su obra esperando una pronta mejora a su mal estado.
Por fortuna llegó a tiempo al Vaticano, con el Santo Padre en vida. Esperamos que su trabajo pictórico, pueda encontrarse bien resguardado a nombre de todos los que formamos parte de ese grupo y que pueda ser visto por muchos mexicanos más, para admirar el extraordinario trabajo que el artista realizó con su talentosa técnica pictórica.
La noticia del fallecimiento de Su Santidad, a los 88 años debido a una infección pulmonar compleja, nos quebró a todos, seguro un poco más a García Aguas, quien por meses estuvo al tanto de cada pincelada, para hacer de él un retrato único.
El Papa Francisco, cuyo nombre secular era Jorge Mario Bergoglio, fue el primer latinoamericano en liderar la Iglesia Católica y estuvo al frente de la institución durante 12 años. El retrato de García Aguas es un testimonio de la devoción y el respeto que el artista sentía por el líder religioso.
Esta obra maestra es un ejemplo de la habilidad y la dedicación que García Aguas tiene por el retrato eclesiástico contemporáneo, y su legado perdurará como un homenaje al Papa Francisco. La técnica utilizada por el artista, fue acrílico sobre tela, misma que a partir de hoy ya forma parte de la historia de un queretano que deja huella en el Vaticano, quien con esta pieza de 40 x 50 cm reflejó la esencia del Papa Francisco.
Sin duda, este retrato es hoy uno de los más destacados dentro de su carrera, cabe destacar que García Aguas, ya cuenta con una larga trayectoria de retratos de grandes representantes de la Iglesia católica como el arzobispo Faustino Armendáriz, quien fuera obispo de Querétaro, así como el retrato fiel de Fidencio López Plaza, décimo obispo de Querétaro, y otros tantos personajes sociales y políticos que ha retratado de manera tremendamente inigualable.