Ayer se conmemoró el día Internacional del Orgullo LGBTTTIQ+ que recuerdan los disturbios de Stonewall ocurridos en 1969, cuya finalidad es la de poder visibilizar las desigualdades y las discriminaciones que persisten hacia las disidencias sexogenéricas con las que lamentablemente se ha vivido por décadas. Ahora y con mayor ahínco, se rememora con una voz más fuerte esta lucha para que sean reconocidos sus derechos.

Y es que, aunque a veces pareciera que ya estamos muy adelantados en algunas cosas como lo es en el tema de la tecnología, no lo estamos de la misma forma con este entendimiento de la nueva realidad sociológica y cultural respecto a las personas que se identifican con un género que cuenta con una expresión sexual y de identidad de distinto género, lo que ha ocasionado una marginación a nivel personal y laboral, dejándolos en el exilio.

Lamentablemente, esta situación de no sentirse visibilizados, lleva décadas y con ello, cientos de artistas a lo largo de la historia han realizado de manera prohibida, casi inadvertida, representaciones de obras de algunos temas relacionadas como lo son la homosexualidad, mostrando en ellas identidades sexuales que no se “ajustan” a las normas sociales y cuerpos que no responde, -incluso al día de hoy- a lo que la sociedad podría estar acostumbrada a ver en la pintura, en la escultura, performances y diversas disciplinas artísticas.

Recordemos obras de algunos artistas clásicos que han padecido esto, como Goya, Da Vinci, Botticelli, Miguel Ángel, este último, dejaban ver su atracción por la figura masculina en las representaciones femeninas que hacía, pero qué haríamos sin estos sin ellos no tendríamos obras como la “La Piedad, “La creación de Adán”, entre muchas otras esculturas y ni qué decir de los frescos de la capilla Sixtina en el Vaticano, sin ese talento tan excelso.

Rubens, por ejemplo, tenía que recurrir a la mitología para representar su sentir, en su obra exponía como hombres y mujeres mantenían relaciones con personas del mismo sexo, o bien dejaba ver una pérdida de amor truncado como en el de la obra titulada “La muerte de Jacinto”, en la que se ve un momento dramático del libro “X” de las “Metamorfosis”.

Caravaggio, fue otro artista señalado por su bisexualidad y acusado por casos de sodomía y pederastia, lo que lo obligó a irse de Roma tras ese tipo de imputaciones, sin embargo, se le sigue recordando por su extraordinaria técnica de la luz y la sombra, así como por la gran capacidad al plasmar sus primeros trabajos en las Logias Vaticanas dirigidas por Rafael, la decoración de las fachadas de los Palacios romanos y las recreaciones visuales de la historia romana y de la mitología clásica pintadas antes del Saqueo de Roma, donde deja ver la miseria que lo rodeaba acompañado de personajes que se confundían entre lo sagrado y lo profano.

En la música se ha señalado a Chaikovski, Benjamin Britten, Francis Poulenc, Julius Eastman, Wendy Carlos, entre muchos otros, como algunos de los músicos que realizaron composiciones clásicas, pero que tuvieron que afrontar un camino complejo de aceptación de su identidad por causa de su orientación sexual, sin ser eso un impedimento a su talento, al contrario, son recordados como grandes creadores e influyentes de la historia de la música. Ojalá esto pudiera servir de ejemplo, para que se ponga un alto y se haga un cambio para que dejen de ser cesadas las personas por su orientación sexual y no por su verdadero talento.

Google News