Juan Pablo Valdez Guadarrama, mejor conocido como Jumba, nos ofrecerá, en las próximas semanas, su última muestra pictórica, titulada “Non grato”, en la Fundación Cultural Aldhebarán, ubicada en Melchor Ocampo 39 Sur, antes de partir a Noruega y formar parte de la escuela del maestro Odd Nerdrum.

De marzo a junio, Jumba aprenderá, entre muchas otras cosas, la filosofía con la que trabaja la escuela del maestro Nerdrum, empezando por darle su lugar al preparado del lienzo con el que decidirá emprender una nueva obra. Porque, a pesar de que parezca una tarea fácil, es una parte básica y fundamental que se debe saber implementar para lograr un trabajo que se distinga entre otros artistas.

Es decir, se requiere de mucha paciencia, echar a perder uno que otro lienzo, hasta lograr conseguir el resultado óptimo y, al final, poder decir con honor que pertenece a la escuela de Nerdrum, quien cita y compara sus enseñanzas con la filosofía empleada por Aristóteles y Kant.

Muchos artistas de todo el mundo intentan, en repetidas ocasiones, formar parte de esta familia que desarrolla el concepto Kitsch, cuyo objetivo principal es lograr que las pinturas parezcan estar vivas. Aunque a simple vista pueda parecer una tarea sencilla, en realidad implica un trabajo complejo y colaborativo que comienza con la creación de una composición poética y emocional.

Esta debe combinarse con elementos como la catarsis, el dramatismo, la filosofía, la metafísica y la estética. El resultado esperado es ofrecer al observador una interpretación de una narración que sea tanto viva como profundamente sentimental, capaz de invitar a la reflexión y conectar con la razón, independientemente de que el espectador sea crítico de arte o no.

Pocos son los artistas mexicanos que han logrado vivir esta experiencia. En nuestro estado, Raúl Campos fue el primer mexicano en ser aceptado en "The Nerdrum School”, y ahora será el turno de Jumba, un joven de 20 años con una necesidad incesante de conocer las entrañas de esta filosofía que lo llevará a entender mejor su obra, así como las de sus demás compañeros.

Jumba ha tenido destacados maestros: Jesús Chávez, Daniel Seis y Raúl Campos. Sin el apoyo y la dirección de estos talentosos y destacados pintores, posiblemente la historia de Jumba sería otra.

Tal vez, si la historia no fuera así, se perdería de intensas noches de desvelos para realizar algún dibujo previo a tomar el pincel al lado del maestro Nerdrum. También dejaría esa adrenalina de medianoche, acompañada de dramatismo y ansiedad nocturna, por querer estar al nivel que, seguramente, tendrán sus compañeros estudiantes en Noruega.

Sin embargo, sabemos que esta es su historia y que, al final, logrará hacer buen equipo y un gran trabajo con sus compañeros. Recordará a Rembrandt, Tiziano, Munch, entre otros, y, durante su estadía, podrá compartir con ellos algunos consejos para mejorar. Se intercambiarán contactos en redes sociales para no perder la pista de los elegidos por Nerdrum, quienes tendrán como única preocupación, al estar allá, vivir y disfrutar la experiencia de aprender en uno de los 35 mejores lugares para estudiar artes en el mundo.

Así, Jumba se prepara para dar un paso trascendental en su carrera artística, llevando consigo el talento, la pasión y el aprendizaje que lo han moldeado hasta ahora. Su aventura en Noruega no solo será un desafío técnico y emocional, sino también una oportunidad única para enriquecer su visión del arte y conectar con una comunidad global de creadores que comparten su misma dedicación.

Estoy segura de que este viaje marcará un antes y un después en su trayectoria, y que su regreso estará lleno de nuevas historias, técnicas y perspectivas que inspirarán a quienes lo rodean. Jumba demuestra con esto que el arte es, sobre todo, una búsqueda incansable de autenticidad y excelencia.

¡Buena suerte, Jumba! Que este nuevo capítulo sea tan memorable como el trabajo que desde ahora realizas.

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