Existen algunas disciplinas que debemos considerar relevantes al planificar, evaluar y diseñar experiencias educativas en espacios culturales. Estas experiencias buscan promover la interacción y la comprensión de la cultura en la sociedad.
Por un lado, tenemos la "pedagogía museística", que ha enriquecido el conocimiento y el quehacer en los museos. Esta disciplina explora múltiples perspectivas para tejer redes entre los públicos, el entorno y las instituciones, y estudiar el patrimonio colectivo cultural en la sociedad, con el objetivo de tejer diversas redes entre los públicos, el entorno y las instituciones, para estudiar el patrimonio colectivo cultural en la sociedad.
Durante muchos años, los museos se centraron en una comunidad elitista, sin dar oportunidad al público en general. Sin embargo, desde la segunda mitad del siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial, los museos han cambiado para satisfacer las necesidades del aprendizaje humano en el desarrollo científico, tecnológico, económico, político y cultural para seguir creando nuevas perspectivas de conocimiento en nuestra comunidad a favor de la educación permanente en nuestra sociedad.
La pedagogía museística se enfoca en la creación de experiencias educativas innovadoras y efectivas que permitan a los visitantes interactuar con los objetos y las exhibiciones de manera significativa. Esto se logra a través de la colaboración entre museólogos, educadores y expertos en las áreas de la cultura y las artes.
Contar con espacios vivos donde los niños cuenten con herramientas que sirvan como puentes para la educación como una enseñanza alternativa ha sido una manera de poder aumentar acciones culturales en la construcción de un entorno que cuente con programas y actividades pretenden dar un lugar protagonista a distintos públicos con el fin de crear una comunidad más abierta en torno a la educación, el estudio y el recreo utilizando al museo, galería o centro cultural para estos fines es parte de lo que estos recintos han pretendido ampliar para ayudar a seguir fomentando la educación cultural en nuestra sociedad.
Por otro lado, tenemos a las “políticas culturales”, que se enfocan en la planificación, implementación y evaluación del desarrollo y la promoción de la cultura en una sociedad mediante la gestión de recursos culturales y con una asignación de fondos para la implementación de proyectos culturales se puede dar promoción de la diversidad cultural con la inclusión que las nuevas políticas culturales necesitan a nivel local, nacional e internacional.
La pedagogía museística y las políticas culturales son en definitiva fundamentales para la promoción y el desarrollo de la cultura y la educación en los museos y espacios culturales.
El reto está en imaginar y crear distintos escenarios con nuevas miradas para que el público pueda admirar distintas colecciones para conocer lo que sucede en nuestro entorno, para narrar un pedazo de lo que será la historia del arte para futuras generaciones. Es decir, los museos, galerías y centros culturales, tienen hoy en día uno de los retos más importantes, que es el de seguir generando actividades de interés en nuevos públicos para que puedan seguir compartiendo y fomentando el conocimiento que se tiene y trabajar desde la co-creación.
Sin un buen gestor, museógrafo, pedagogo cultural y un verdadero apoyo por parte de las instituciones públicas y privadas interesadas en la cultura y las artes, será difícil que la pedagogía museística pueda avanzar de manera exponencial en nuestro país.
Si se trabajara en conjunto la pedagogía museística con buenas políticas culturales, se podría obtener un campo más amplio en lo educativo, lo político y en lo cultural.