Esta semana se llevó a cabo en “petit comité” una exposición en honor al arte onírico y simbólico de la artista británica-mexicana Leonora Carrington y obra de la artista sonorense Martha Sáenz, quien muestra poco a poco a la comunidad artística su pintura, la cual ha desarrollado un estilo muy colorido y de tipo en ocasiones surrealista.
En representación del escultor, arquitecto y fundidor Alejandro Velasco Macera, quien ha trabajado para impresionantes artistas como Juan Soriano, Gunther Gerzo, Vicente Rojo, José Luis Cuevas y Leonora Carrington, entre otros artistas y proyectos, asistieron a este íntimo evento sus dos hijos para dar a conocer dos esculturas —mismas figuras que parecen surgir de un universo onírico—, así como la presentación de dos grabados.
La exposición en honor a Leonora Carrington y en acompañamiento de la artista sonorense Sáenz, dejó al descubierto que la búsqueda de la libertad y el diálogo profundo con el inconsciente, sigue vigente. En esta ocasión se presentó Sáez, quien es una artista que se destaca por canalizar sus emociones más ocultas en sus piezas, pero que no es la única que pudo haber sido partícipe en un evento como este, pues hay artistas en nuestro estado con mucho más talento y que le dan más toque a lo onírico, a las criaturas fantásticas y que evocan más los símbolos mágicos que eran más representativos de Carrington, como lo es la artista, Monserrat Moreno, quien sin duda, también hubiera estado formidable que le dejaran formar parte de esta muestra íntima, así como compartir el espacio con otros artistas de la misma talla que hoy trabajan este realismo en el Atelier Percepción y que cuentan con un talento asombroso.
Fuera de lo anterior, sin duda, considero que un evento como este, debió ser abierto para un público más amplio, sobre todo si lo que se busca es que la comunidad artística crezca en el estado.
Explorar temas relacionados con la feminidad, la espiritualidad, con una mesa llena de alquimia en una cábala con contexto surrealista, siempre dará como resultado un ambiente lleno de imaginación mágica que era más del tema de exploración de Leonora.
Sin duda, esta muestra, permitió a sus invitados a explorar lo que la artista sentía desde sus adentros, contribuyendo el enriquecimiento artístico que hay dentro de los artistas locales y que refuerza la gran importancia de artistas como ella siguen haciéndonos vibrar con sus fascinantes obras, que han sido mejor representadas por su fundidor, el arquitecto Alejandro Velasco.
Es lamentable que, en el mundo del arte, la creatividad y la originalidad a menudo se vean opacadas por la fama y la comercialización. Mientras que algunos artistas innovadores y talentosos luchan por ser reconocidos, otros que han alcanzado mayor atención en las artes, parecen haber perdido su chispa creativa, repitiendo fórmulas y estilos que ya no aportan nada nuevo ni interesante. Esto no solo es una pérdida para el arte en sí, sino también para el público que ansía experimentar algo auténtico y emocionante. Es hora de buscar y promover a aquellos artistas que aún mantienen viva la llama de la creatividad y la innovación y sobre todo si se encuentran residiendo en nuestro estado.