Pasado mañana se celebrarán las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América (EUA), unos comicios que serán determinantes tanto para el país, como para el globo. Muchas mesas de análisis se han formado para discutir los principales impactos que supondrá la victoria ya sea de Kamala Harris o de Donald Trump. ¿Qué efectos tendría para México?
Tras un 2024 lleno de elecciones, ahora es turno de EUA de convocar a sus ciudadanos a las urnas para elegir la totalidad de la Cámara de Representantes, es decir, de la Cámara Baja del Poder Legislativo; el 33% del Senado, que es la Cámara Alta; y la Presidencia del país, que no sólo es la joya de la corona, sino la misma corona dadas las condiciones de elevada polarización y ardua competencia entre las dos candidaturas.
Y bien, ¿cuáles podrían ser los impactos para nuestro país? Vemos una variedad de asuntos que nos competen como naciones y Estados; sin embargo, hay varios puntos que nos preocupan más de la posible agenda del nuevo gobierno que se establezca en enero de 2025 a raíz de las elecciones del siguiente martes 5 de noviembre. El comercio, la seguridad y la política migratoria son, quizá, los temas con mayor incertidumbre.
En materia comercial, la gran duda es qué política tendrá Washington con respecto al nearshoring, entre otros puntos. A pesar de las declaraciones de ambos candidatos, sigue siendo un volado qué acciones conducirán una vez que se sienten en la famosa oficina oval. Recordemos que México se ha beneficiado de esta práctica económica, por lo que estaría en sus intereses mantenerla, pero el problema para EUA es que el contacto que hemos tenido para ella nos vincula a China y otros países que compiten con nuestro vecino del norte.
La seguridad transfronteriza es una preocupación no sólo de Palacio Nacional, sino de la misma Casa Blanca. El tráfico de drogas, particularmente de fentanilo, es un tema que se ha discutido extensivamente en EUA, puesto que el consumo de esta sustancia ha lacerado de manera profunda la salud de millones de estadounidenses. Además, la misma práctica del narcotráfico genera violencia en ambos lados de la frontera común, por lo que es un asunto en el que la cooperación internacional es y seguirá siendo esencial para la atención del problema.
Finalmente, la política migratoria de los candidatos no es un tema fácil para el gobierno de Claudia Sheinbaum. Por un lado, Harris ha señalado que no deportará a migrantes, pero sus controles fronterizos serán más severos, lo que tendrá implicaciones en materia de seguridad.