El lunes pasado recibimos la noticia de que Donald Trump fue formalmente nominado por la Convención Nacional Republicana como su candidato a la Presidencia de Estados Unidos (EU) para el periodo 2025-2029. Con este acto, se completa la boleta para las elecciones del 5 de noviembre en el país de las barras y las estrellas. ¿Qué implicaciones puede tener esto para el gobierno de la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum?

Este año ha estado repleto de elecciones en todo el globo: Taiwán, Indonesia, Rusia, la Unión Europea, México y recientemente Reino Unido, por decir algunos. Ahora es turno de EU llevar a cabo sus votaciones para elegir la Presidencia y vicepresidencia del país, además de un 33% del Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes.

Son unas elecciones de la más alta relevancia para nuestro vecino del norte, unas que impactarán no sólo de manera interna, sino hacia el exterior. Por ello, seguir el proceso electoral ha sido tarea de académicos, periodistas y personas interesadas en el tema, pero también de gobiernos nacionales por la destacada importancia que guarda su relación con Washington. Así, Ottawa, Bruselas, Londres y la Ciudad de México son algunos de los nombres de centros de gobiernos que invariablemente estarían monitoreando el panorama.

De tiempo atrás se conocía la candidatura del Partido Demócrata, materializada en el actual presidente Joe Biden, pero faltaba la del Partido Republicano. Luego de varios meses de debates inservibles entre militantes republicanos para conseguir la candidatura, al final se nominó a Trump para competir con el actual mandatario y ganar la carrera presidencial en los EU. Muchos señalaron que esto pasaría y ahora que sucedió el escenario político-electoral en el país de las barras y las estrellas se vuelve crítico.

Falta poco más de tres meses para las elecciones en EU y sea cual fuere el resultado, a Sheinbaum, quien semanas antes iniciará su administración presidencial en México, no sólo le tocará felicitar al vencedor de la contienda, sino trabajar con él durante su gobierno. Por ende, ahora que Trump formalmente se inserta en la carrera por la presidencia estadounidense mediante la obtención de la candidatura de su partido, las alarmas se activan para la nueva mandataria de nuestro país.

En la política todo puede pasar, y en el caso actual en EU, esta frase se vuelve más realista considerando el equilibrio en el apoyo electoral para Biden y Trump que hemos observado en los últimos meses. Cualquiera podría ganar. Si vence el primero, quizá su relación con México y la administración de Sheinbaum sea más cordial y colaborativa, ya que los demócratas han mostrado ser más abiertos con los gobiernos mexicanos.

No obstante, si Trump gana las elecciones presidenciales, se prevé que su forma de comportarse, sus declaraciones y acciones sean más extremas que en su primer periodo en la Casa Blanca. Así, quizá la interacción con nuestro país sea incluso más complicada y ríspida que antes, lo que acarrearía situaciones más delicadas para el gobierno de Sheinbaum. Claro, todo hasta ahora es suposición, pero considerando la forma de operar y pensar del exmandatario estadounidense, no es descabellado pensar que se vendrían momentos duros para México.

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