En los días pasados, Movimiento Ciudadano (MC) anunció su cambio de dirigencia nacional para los siguientes tres años. La tercera fuerza política de México ahora estará guiada principalmente por el excandidato presidencial naranja, Jorge Álvarez Máynez, sustituyendo al líder emérito y fundador del partido, Dante Delgado. ¿Por qué se ha gestionado esta modificación? ¿Qué impactos tendría para la política mexicana?
MC ha sido un partido que en sus inicios, si bien mostraba nuevas ideas para la política en el país, fue relegado a una fuerza política de apoyo de los grandes partidos. Pero en poco más de dos décadas, la situación ha cambiado diametralmente para el partido naranja. A raíz de la caída en el apoyo hacia los partidos más longevos de la política mexicana y el aumento en el respaldo hacia los emecistas, el grupo político que hoy en día lidera Álvarez Máynez se ha convertido en la tercera fuerza política más grande de México.
Lo anterior ha modificado sustancialmente el panorama político y electoral del país. Años atrás, MC buscaba aliarse con otros partidos para mantenerse en el juego, pero ahora, por sí sólo, es un partido que puede competir con otras estructuras políticas en el territorio nacional. En este contexto, no por nada hoy en día gobierna dos entidades federativas de las más relevantes económica y poblacionalmente hablando, además de contar con una creciente cantidad de simpatizantes, como se observó en las pasadas elecciones presidenciales.
Fue precisamente este evento lo que impulsó a MC para colocarse en un cómodo tercer lugar político en el país. Es claro que puede ser resultado de una diversidad de razones, pero una muy importante fue la labor de Álvarez Máynez como la imagen del partido por varios meses como candidato en el marco de las elecciones presidenciales de mediados del año en curso.
No fue considerado de manera inicial como candidato presidencial, puesto que otros nombres fueron barajeados en su momento, incluyendo a su amigo Samuel García y el actual secretario de Economía de la administración federal, Marcelo Ebrard, quien en ese entonces amagaba con abandonar su partido por “juego sucio” en la selección de la candidatura presidencial. Así, Álvarez Máynez surgió como opción en MC y logró conducir una campaña quizá inmejorable para un partido que no tenía probabilidades significativas de vencer en las votaciones.