Pensé por muchas horas como entrarle al tema de lo que vimos este domingo, el anterior y así podemos irnos para atrás, porque ya es una constante y un estilo que parece que dentro de todo lo malo sigue siendo peor. El discurso de que todo está mal y que el enemigo esta adentro y afuera ya aburre, la coba de los que tienen los micrófonos igual, la realidad es que el bache en el campo bravo mexicano es más profundo de lo que pensaba.
Platicaba con la ganadera de La Muralla porque al final de cuentas, cada ganadero tiene sus estilos para críar a los toros, la busqué preocupado por lo que hemos visto en los últimos años. Y sus respuestas fueron por demás interesantes, desde la coba entre ganaderos hasta buscar darle gusto a los toreros.
Me comentaba que se ha perdido la afición por ver a un toro que imponga, sin llegar al toro geniudo o incómodo, pero sí que exista esa esencia de la presencia y la fuerza de los toros. Y remata con una frase que me encantó y que se la tienen que tatuar varios, “Tu eje siempre tiene que ser la bravura”, me dice. Y es que esa es lo que contiene el frasco de las esencias que hace que la gente vaya a los toros.
El alarde de valentía, la estética de la fiesta y todo eso que ya suena más a romanticismo porque se ha quedado atrás y muchas veces ya no se ve.
Hoy sólo vemos decadencia en las reses bravas que no embisten, que tratan con pinzas, las labores de enfermero siguen siendo un contante en la fiesta brava de nuestros días. El campo bravo mexicano tiene muchos problemas, si bien, los resquicios de la pandemia, o las sequías, etc., el mayor problema es que son los mismos llevando los mismos toros, que terminan por ahuyentar a los aficionados, vamos, nos estamos acostumbrando a premiar faenas primarias que no abonan a la fiesta.
Me despido, con la invitación que hace Provincia Juriquilla al Festival de a beneficio de Ángeles Taurinos donde se presenta Calita, Juan Pablo Sánchez, Paola San Román e Isaac Fonseca con toros de Xajay, este jueves a la hora de la comida.
Nos vemos en la plaza.