Esta semana se fue el periodista, comunicador, pero sobre todo taurino Don Andrés Estévez, una voz autorizada que llevó su afición taurina a ser empresario de la fiesta más bonita.
Destacado cronista taurino, incursionó en la organización de espectáculos de toros en la plaza Santa María; acompañó a destacados matadores y nunca dejó de difundir y defender los valores de la tauromaquia. Miembro de una familia encabezada por un visionario empresario venido de ultramar, Andrés heredó la cultura hispana y abrevó sus costumbres y artes.
Decidió invertirle no solamente dinero, sino nuevos bríos a la fiesta brava en Querétaro y Morelia, Andrés se fue sin ver toros nuevamente en la plaza Santa María de Querétaro. Larga vida a Don Andrés Estévez.
Y caemos justo en la obsoleta, abandonada, olvidada y apestada plaza de toros Santa María de Querétaro, que por segundo año consecutivo no dará toros en Navidad y Año Nuevo. Ya hemos hablado durante todo este tiempo de la falta de atención en que los dueños la tienen sumida. Molesta que plazas de gran calado estén en el abandono, pero molesta más que no les importe que vuelva a la vida, como dicen los clásicos, el enemigo está en casa.
El llamado de auxilio y atención del diputado federal Pedro Haces, que poco a poco ve como se va diluyendo la fiesta por dentro y por fuera. El llamado es a modernizarse, a adaptarse a los nuevos tiempos, van 17 años que la fiesta va en picada y lo peor de todo es que se siguen molestando cuando uno lo dice.
No se trata de estar en contra de todo y a favor de nada. Pero sí de volver a la esencia que nos enamoró de la fiesta brava, toros bravos por delante, respetar el reglamento, duelo de toreros en buena lid y sobre todo precios accesibles para todo el público, ese sería un buen renacimiento.
Nos vemos en la plaza.