Hace tres semanas que venimos hablando de la feria taurina de San Juan, y desafortunadamente no todas las cosas son tan buenas. No sé quién se va a cansar más, si ellos de dar malas corridas o yo de seguir exponiendo en este espacio.

Y es que, como lo habíamos comentado, San Juan del Río con su feria era una bocanada de aire en la geografía taurina queretana, la cual se jactaba de presentar corridas con los grandes exponentes, ganaderías de casa y sobre todo con ese sabor a provincia taurina que a los aficionados nos enamoraba.

Desde aquel suceso del torero pasado de copas, hasta lo visto este sábado, cuando indultan y lanzan a los toros, me duele ver esa realidad taurina.

En San Juan no solo se regalaban orejas, hoy, sucumben a los toreros que piden indultos a novillos descastados e inservibles. Para mí, y creo que para los que valoramos la fiesta, simplemente es un fraude.

Desde el juez de plaza que el municipio pone hasta el torero que se va con el relumbrón de un indulto, cuando saben que ni de salida al tercio era. En fin, no nos sorprende que la afición pulcra, esa que vive y ama la fiesta empiece a desencantarse y se aleje de las corridas, pareciera que el enemigo está en casa. Dirían por ahí, es poco el amor y lo gastas en celos.

Por otro lado, se viene San Fermín 2023, las desveladas de cada año que son necesarias para el cuerpo y el alma taurina, en las que estarán mexicanos poniéndose al tú por tú con figuras internacionales, ya les iré platicando de cada uno.

Por ahora no queda más que reflexionar el momento importante que vive la fiesta en México y en nuestro Querétaro que tanto amamos.

olmo_16a@hotmail.com

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