Voy a tratar de no ser repetitivo con mis comentarios, tomando como premisa que estamos sumidos en una verdadera pobreza de toros, simplemente no hay casta, no hay bravura, no hay fuerza, eso lo sabemos desde hace un par de años después de la pandemia.
Ante esto las empresas se han dado a la tarea de buscar espectáculo para los aficionados ante la carencia de toro, y hemos visto de todo, exceso de premios, rezos, bailables autóctonos, hasta llegar a lo que vimos el domingo pasado en la llamada Feria de Aniversario de la Plaza México. Un concierto de unos sevillanos que aspiraron a ser Mocedades pero que se quedaron en el camino.
Y es que podría ser una buena distracción escuchar cantos españoletes en el coso de Insurgentes, pero ni siquiera cantaron un paso doble, ni siquiera dieron tiempo en que se llevaran a los toros y ni quiera se les ocurrió “animar” cuando se cambio de toro que evocó a “Pajarito” por un momento. Ni siquiera.
A la empresa le falta circo, no nos sorprenda si en las próximas corridas vemos voladores de Papantla, malabaristas o payasos de rodeo, todo va encaminado a ello, pasándose por el arco de triunfo lo importante, la casta la bravura.
Pero como se enojan que se les diga la verdad, este párrafo vamos a alabar su gran idea de que la gente vea algo diferente. Así piensan que están haciendo las cosas bien y que el futuro de la fiesta está en buenas manos.
Y así piden las firmas
La semana pasada con mucho bombo y platillo la empresa de La Plaza México y algunas otras organizaciones taurinas lanzaron una campaña en la CDMX para recolectar firmas para promover una votación en el Congreso de Ciudad de México que defienda la tauromaquia e impida la prohibición de las corridas de toros en la capital mexicana. Este sector taurino busca contrarrestar una iniciativa popular del movimiento ‘México Sin Toreo’ que el Instituto Electoral de Ciudad de México (IECM) validó el pasado martes, por lo que en principio debe someterse a votación en el pleno del Congreso local.
De entrada, la iniciativa es necesaria y urge que todos salgamos a defender la fiesta ante los prohibicionistas, pero aquí es donde me hacen sacar bilis, pedir, movilizar, convencer a los capitalinos y el mismo domingo les presentas una infumable corrida de toros. Así quien fregados va a salir a pedir firmas para defender esa fiesta de los toros con novillos, enclenques y descastados.
Yo me pongo en los zapatos de los aficionados que pagan un boleto para ver 6 toros y le salen esos, es frustración, enojo y todo bien válido ya que se puede catalogar de fraude, no nos vayan a decir que los toros no tienen palabra de honor cuando, lo que no tenían era fuerza, así de sencillo.
Ya mejor me voy a hacer bilis a otro lado, quería hablar del actuar de los alternantes, pero como dicen los clásicos, sin toros no hay fiesta.