¡Hemos cumplido con el 95% de los compromisos! Aseguró AMLO en su informe de gobierno de 2020; esta vez repitió lo mismo con raquíticos resultados, solo concretó otros 2 de compromisos, al asegurar que ha cumplido con el 98% de ellos. Contrastante que en 2 años realizó tantos compromisos, mientras que en un año apenas pudo cumplir 2 de ellos.
Haciendo un recuento de los que ha incumplido son muchos. La inseguridad pública aumentó estratosféricamente. Los 2 millones de empleos que prometió crearía cada año, se esfumaron esos sueños; no solo ha incumplido, se han reducido. Ofreció que hacer crecer el PIB, tampoco ha cumplido, lo permutó por el índice de “felicidad”. El sistema de salud sería como el de Dinamarca, también lo prometió; en 3 años lo empeoró, no hay ni medicinas. El número de pobres se ha incrementado, cuando ofreció acabar con la pobreza ¿Será por eso su frase de?: primero los pobres.
¿Dónde quedaron los 560 mil millones de pesos que ahorró de los recortes al presupuesto, del combate a la corrupción y los descuentos a las prestaciones de los trabajadores? Asigna contratos millonarios sin licitación ¡Persiste la corrupción! Luego acumuló en su bolsillo otros miles de millones de pesos de los fideicomisos. También prometió vender el avión presidencial, ni rifado ha logrado deshacerse de él. El presidente aseguró que ya no había lujos en su gobierno. Sin embargo, suntuosamente vive en un Palacio de la época virreinal. En sus viajes es custodiado por 10 camionetas blindadas y guardias presidenciales.
La lista de lo prometido e incumplido es larga. Ofreció la descentralización de las Secretarías y nada. Pero, el presidente insiste: la “transformación está en marcha”. Mas nadie entiende en qué consiste esa transformación, no cumple con lo que promete.
Ofreció bajar los precios de los combustibles y la energía eléctrica: se han incrementado. Prometió respetar la Constitución y cada vez que se le ocurre la viola. Se comprometió a respetar la autonomía e independencia del Poder Judicial: la pisotea cuantas veces le viene en gana y ofende a los ministros.
La inestabilidad en su gabinete por renuncias y despidos, no le permite cumplir; muchos menos cuando ha nombrado en varias de las carteras a personas sin experiencia en el ramo. La incompetencia es manifiesta. Ha cumplido en exceso con la rijosidad que le caracteriza. En su tercer informe destacó más sus ataques a la oposición que sus logros. El mensaje político lo dirigió a sus seguidores, ignorando a la mayoría de los mexicanos.