Intervino el Secretario de Gobernación para calmar ánimos en la bancada de los morenistas en el Senado de la República, a un par de días del inicio del periodo ordinario de sesiones. Hay que tener cuidado de los acuerdos con los opositores, dijo López. Ricardo Monreal necesitó del apoyo del gobierno de AMLO, para calmar a la mitad de senadores inconformes por la creación de la Comisión que se encargaría de investigar los abusos del gobernador de Veracruz. Eso hizo estallar la soterrada división de los senadores, debido a la sucesión adelantada por el Presidente.

Monreal aseguró que las condiciones que “estamos viviendo, esta etapa será más aguda, más difícil, en la que requerirá más diálogo, más tolerancia, más conversación, más pláticas, más acuerdos. Esta segunda etapa de la Legislatura del Senado y el segundo año, el Segundo Periodo de Sesiones del Primer Año Legislativo, lo percibo más pesado, más difícil”. Tiene dos fuertes presiones, la interna y la externa.

AMLO le impuso una carga complicada a Monreal, pretender se apruebe la reforma eléctrica, seguida de la militarización de la Guardia Nacional para rematar con la transformación política-electoral. Si la oposición se vende, la presionan o coaccionan y Morena cumple las descabelladas ideas, el futuro para los mexicanos devendrá mucho más difícil de lo que ha sido durante los 3 primeros años de gobierno. Se cierne la tiranía de un gobierno represor, depredador de los derechos y aspiraciones humanas, destructor de las instituciones democráticas, empobrecedor de mente y cuerpo.

La reforma eléctrica, dígase lo que se diga, tal y como llegó al Senado, significa un retroceso y artero acto confiscatorio de los bienes de la industria eléctrica en la que participa la industria privada. Hay que leerla para comprenderla. Luego está la militarización de la policía civil, lo contrario a lo prometido por el presidente López; de hecho y no de derecho, así viene trabajando la Guardia Nacional, bajo el mando de los militares. Icela Rodríguez, un estorbo y un feo florero.

La obsesión de AMLO y los morenistas de apoderarse del INE, responsable directo de los procesos de renovación de los poderes públicos, no cesan en su afán de apoderarse y volver al pasado cuando el mismo gobierno ejercía todas las atribuciones. El gobierno de la 4T va con todo para pulverizar el sistema democrático que en tantos años construyeron los mexicanos. De lograr los perversos objetivos, irremediablemente estaremos arribando constitucionalmente a la tiranía.

Analista legislativo. @HectorParraRgz

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