Hace unos días, durante la 3a Conferencia de la Red Internacional de las Ciudades Michelin, la Alcaldesa española de Aranda de Duero, "reconoció" los programas destinados a mujeres del Municipio de Querétaro.

Es más que evidente que la Señora Alcaldesa no está bien informada.

Si lo estuviera sabría que la Secretaría de la Mujer del municipio es un desastre monumental. Su titular, Jessica Moncada, no cuenta con los conocimientos técnicos necesarios para cumplir con las obligaciones que el puesto le requiere y sus mal llamadas "políticas públicas", que carecen de perspectiva de género, no son más que ocurrencias escritas sobre las rodillas que perpetúan roles y estereotipos de género. En las explicaciones banales con las que justifica estos "programas" (que salen bien en las fotos pero que no cambian en nada la condición y posición de las mujeres en la sociedad), la Secretaria habla sin sentido de "empoderamiento", "actividades para potenciar capacidades" y "habilidades para enfrentar los distintos retos de la vida".

Este año el Municipio de Querétaro presupuestó 41 millones de pesos a programas sin pies ni cabeza. De ellos, sin mediar licitación, 20 millones serán para una universidad privada que hará las veces de "Universidad de la Mujer"; 15 millones para el programa "Con Ellas" y 5 millones para algo que aún no le queda claro a la Secretaria y por supuesto no sabe cómo explicar (por lo menos no a mi). Un ejemplo son las clases de natación que se imparten a 245 mujeres en la academia de Nelson Vargas, con un costo de 500 mil pesos, cuando existen 3 albercas municipales.

Mientras gastan en tonterías, las lesiones dolosas contra las mujeres, la violación, el feminicidio y la violencia familiar son focos rojos que la administración municipal se niega a atender. Tan es así, que a la erradicación de las violencias, la transversalización de la perspectiva de género, el acompañamiento jurídico y psicológico de víctimas y la promoción de los derechos humanos de las mujeres y niñas, el gobierno municipal solo destinó un millón para pagar los honorarios del insuficiente personal que debe atender a todo el municipio.

Todo esto me consta y el Presidente Municipal lo sabe.

El combate a la violencia contra las mujeres y los programas con perspectiva de género para alcanzar la igualdad sustantiva no son opciones. Son obligaciones adquiridas por el Estado mexicano que deben ser atendidas con toda seriedad.

Cancelar el concierto de Oceransky por su comentarios misóginos, es un acto publicitario, vacío e incongruente, porque no va acompañado de acciones urgentes, como es designar a una persona capaz, con conocimientos y experiencia al frente de la Secretaría de la Mujer, para enmendar las pifias cometidas hasta ahora.

Ya basta de colocar y mantener en la función pública a personas incapaces e improvisadas. Esos espacios deben ser para los y las expertas.

Titular de Aliadas Incidencia 
Estratégica e integrante de la 
Red Nacional de Alertistas. 
Twitter: @mcruzocampo 
FB: maricruz.ocampo

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