Las organizaciones Artículo 19 y Fundar, dieron a conocer de manera detallada información que, a su vez, obtuvieron de la Secretaría de la Función Pública en relación al gasto que realizó el gobierno de la 4T en el 2020, en materia de “comunicación social”, por medio de contratos firmados con 457 empresas del ramo.
No sorprende que el gobierno de López Obrador, haya gastado dos mil 452 millones de pesos del erario en materia de “difusión gubernamental”. Las críticas sistemáticas de AMLO en contra de anteriores gobiernos, por “gastos de difusión”, siguen su curso sin mutar. Ni antes ni ahora ha existido la menor intención de regular el manejo del presupuesto en la materia. La asignación de los contratos y montos, quedan al arbitrio o al capricho de los gobernantes en turno y López no ha sido la excepción en 3 años de gobierno.
Continúa la dinámica del capricho y manejo de cantidades exorbitantes para unos, mientras para otros no hay nada, si acaso las migajas. Dos mil 452 millones de pesos no es cualquier cosa, es una suma importante. Se destaca que, entre 10 contratistas se llevan más del 50% del presupuesto para medios de comunicación; mientras 447 empresas apenas llegan al 47.67%. Por supuesto, otras se quedan fuera del presupuesto, no hay contratos de publicidad.
7 empresas de comunicación se quedan con la mayor parte del 52%. Un periódico impreso que solo se dedica a aplaudir las acciones de López Obrador, se embolsó poco más de 208 millones en contratos de publicidad ¿Qué significa? Que el gobierno de la
4T continúa con las mismas prácticas de los “conservadores”, aquello que tanto denuesta el presidente de la República lo replica con singular exactitud. Inaudito, cobra mucho más que empresas de televisión y radiofónicas, cuando el tiraje periodístico de la consentida es mínimo ¿Corrupción, control mediático?
Mientras los legisladores federales no creen normas claras para suscribir contratos de publicidad, la corrupción y favoritismo seguirán presentes como hasta hoy. Quienes pueden legislar ignoran el tema y, quien gasta el dinero sin regulaciones tampoco impulsa iniciativa alguna. No pretende auto controlarse y limitarse para aplicar principios de equidad, profesionalismo, objetividad, veracidad, oportunidad, verificable acorde a las demandas de las audiencias, bajo parámetros de medición precisa que eviten favoritismos en que incurren los gobernantes. La administración de la 4T un verdadero nido de corrupción.
Analista legislativo.
@HectorParraRgz