Un hecho real y contundente es que todos los gobernantes de todos los gobiernos y por diversas razones incurren en errores que impactan en mayor o menor medida a sus gobernados.
Algunos de esos errores se observan a la luz de la distancia de los hechos y una vez que son conocidos sus resultados y analizadas fría y plenamente las circunstancias en las que estos se dieron. Generalmente dichos errores afloran cuando el gobernante ya no está en funciones y por lo tanto el corregirlos ya no está en sus manos.
Otros errores son tan evidentes que son fácilmente detectados y de manera casi inmediata. Por tanto dan la oportunidad, al mismo gobernante que los cometió, de corregirlos o al menos de intentarlo. Para ello se requiere que el gobernante sea lo suficientemente inteligente y humilde primero para detectar el error a tiempo, segundo para aceptar el error cometido y tercero para intentar corregirlo. También es un hecho que cuando se observa un error de gobierno y no se hace nada por corregirlo el daño para los gobernados es creciente.
Por lo anterior me parece que este “Gobierno de México” encabezado por Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores “de la Cuarta Transformación” debieran preocuparse más por corregir los muchos y terribles errores en que ellos mismos incurren todos los días, que en señalar los errores del pasado que salvo en contadas ocasiones ya nada se puede hacer si es que se tiene la convicción de respetar la Constitución y la ley. Errores de este gobierno que por no ser corregidos todos los días siguen cobrando víctimas. Los ejemplos abundan: Es un hecho que la corrupción del pasado nos lesionó severamente y desde luego que cuando proceda y con la ley en la mano quienes incurrieron en actos de corrupción deben ser sancionados, y también es un hecho que la corrupción se encuentra presente, y en mayor medida, en el gobierno actual reinando la impunidad. Otro ejemplo: integrantes de la 4T señalan que durante el gobierno de Javier Duarte, en Veracruz, niños con cáncer fueron tratados con agua destilada en lugar de brindarles medicamentos, hoy esa falta de medicamentos no solo lesiona a las y los niños con cáncer veracruzanos sino a menores en todo el país. Hoy Duarte está en la cárcel y el responsable de la falta de medicamentos de este gobierno sigue despachando impunemente desde las altas oficinas del Gobierno Federal.
Así el juicio de la historia y por más maromas que haga la “Cuarta Transformación” será contundente. Pasarán como el gobierno que no solo cometió los errores que comete cualquier gobierno sino que cuando los detectó –es evidente que lo hizo– se negó a corregirlos lesionando aún más a un número creciente de mexicanas y mexicanos. Por tanto pasarán a la historia como el peor gobierno de los últimos 100 años.
Fuente de los Deseos: Ojalá todas y todos entendamos que “el buen juez por su casa empieza”. Ojalá la Cuarta Transformación se decida por corregir sus propios errores que hoy son los que más dañan al pueblo de México.
Comisionado del CECA