Se terminó la temporada en la Plaza México que marcó el regresó de la fiesta a la catedral del país y nos deja mucha tela de donde cortar, pero a mi parecer resalto dos cosas interesantes que no debemos perder de vista.
Como lo dije en anteriores colaboraciones, no hay fiesta sin toros, y el toro bravo parece que también padeció estos dos años de inactividad pues en muchas corridas brillaron por su ausencia.
Lo mejor fue la oportunidad a nuevos nombres, nuevas alternativas que son el presente y futuro de la fiesta, la baraja taurina poco a poco se empieza a poblar de más y mejores toreros.
Pero no es generación espontánea, ya que para ser y parecer torero se necesita de mucho valor, disciplina y tenacidad, eso es lo que las escuelas taurinas pretenden sembrar en los nuevos prospectos.
Aquí en Querétaro, una de ellas está de manteles largos al celebrar 16 años de estar sembrando esas semillas a los nuevos toreros.
La Plaza de Toros Santa María se ha vuelto el hogar de la Escuela Taurina Queretana, de la que muchos toreros han dejado huella.
En este aniversario 16, son tres los alumnos que están a punto de presentarse como novilleros, y es por ello que la preparación se intensifica a entrenamientos diarios. Ellos son: Alberto Mercado, Emilio Ruiz y Xavier Rodríguez, todos ellos de 17 años de edad, a los cuales se les mentaliza para este gran paso que van a dar.
También hay niños como José Tomás Flores de apenas siete años, que tiene una afición inmensa y todo el tiempo esta hablando de toros, y en su escuela juega al torero con sus amigos.
En el tema femenino, también hay cuatro alumnas que ya están toreando festivales con muy buenos resultados. Ellas son: Mariana Valencia, Dona Martínez, Estefanía Mendoza y Bricia Luis.
Como podemos ver es una escuela incluyente, que proyecta a sus alumnos que dan el primer paso de querer ser toreros, así empezaron todas las figuras. Los maestros base de la escuela taurina son los toreros en retiro Francisco
Parra Parrita y Judas Tadeo, quienes guían el rumbo y acercan a los alumnos al fascinante mundo taurino, pero no desde las barreras sino en el ruedo, ahí donde se ven diferentes los toros.
¡Enhorabuena a la Escuela Taurina Queretana!
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