En el ánimo de los queretanos parece que se avecinan los cuatro jinetes del Apocalipsis y todos los tormentos del noveno círculo del infierno con la hora cero, es decir, el derrumbe de los puentes centrales de la avenida 5 de Febrero.

Incluso el propio gobernador Mauricio Kuri nos los advierte en un tono que casi casi parece el de Winston Churchill diciéndole a los británicos que se preparen para los bombardeos alemanes que costarán sangre, sudor y lágrimas.

“Lo que viene está muy fuerte, no los voy a engañar va a ver momentos en que va a colapsar la ciudad, es la realidad. Vale la pena, claro que vale la pena”, declaró el gobernador que, seguramente antes de declarar, vio la película “Darkest Hour” para inspirarse y advertir a los queretanos que se preparen para el desastre.

Ante tal nivel de alarmismo me sorprende que no se hayan agotado las reservas de papel de baño y cervezas de los centros comerciales como al inicio de la pandemia.

¿Por qué tanto nivel de alarmismo por unos puentes viales que ya desde antes colapsaban el tráfico en las horas pico? ¿Por qué el mismo gobernador es el primero en decirnos que nos preparemos para la segunda fase de la obra de 5 de Febrero, la cual construirá grupo ICA (Ingenieros Civiles y Asociados)? 

La única explicación posible es que el gobernador Kuri no quiere ver afectada su popularidad (la cual pese a sus desaciertos se mantiene favorable) tal y como le sucedió a Carlos Hank González, entonces regente del Distrito Federal cuando construyó los ejes viales para aliviar el tránsito de la caótica Ciudad de México.

En 1999, en entrevista con el diario La Jornada, “El Profe” (como le gustaba que lo llamaran sus amigos políticos) se lamentó de cómo lo había maltratado la opinión pública esos días: “Al hacer los ejes viales la ciudadanía se encrespó.

Me aborrecía, odiaba e insultaba a Hank González... y a su mamá. ¡Fue terrible!, pero había que hacerlos, y la gente tenía razón en quejarse... Me acuerdo que fue la época de los chistes: que ya no era Hank González sino ‘Zanjas Viales’; muchos insultos, muchas ofensas”, declaró el líder del Grupo Atlacomulco, quien también sería apodado como “Gengis Hank”.

Quizá ese sea el temor de Kuri ante su magna obra, que costará en total 6 mil 600 millones de pesos, que colapsará esa zona de la ciudad. Sin embargo, el mayor problema no será el interminable tráfico y los múltiples retrasos; de lo que debería preocuparse el gobernador y el ojo público es en la transparencia de los costos de la obra porque, retomando el caso de los ejes viales, siempre hubo suspicacia de cómo se manejaron los contratos de la obra. Que eso no suceda acá.

Periodista y sociólogo. @viloja

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