¿Tláloc, el dios mesoamericano de la lluvia, está molesto con este país y por eso deja sentir su furia en forma líquida desbordando presas y ríos e inundando colonias y casas? ¿O estamos nuevamente ante un caso de negligencia y falta de previsión de las autoridades estatales y municipales que no actúan para prevenir las inundaciones?

Porque seamos claros, las inundaciones en las ciudades es más consecuencia de errores de planificación urbana y negligencia política que desastre natural o castigo del dios de la lluvia.

Cada año es la misma historia en la capital del estado: se inunda 5 de Febrero en la misma zona, lo cual genera que cualquier lluvia haga colapsar a la ciudad al estar intransitable una de las principales arterias. ¿Si ya están detectados los puntos críticos, porque no se hacen las previsiones necesarias? ¿o es que las obras pluviales no lucen y no generan votos?

Pero no nos quedemos en la ciudad de Querétaro y veamos lo que sucedió en San Juan del Río y Tequisquiapan este fin de semana, en donde en ambos municipios hasta con lanchas tuvieron que sacar a los damnificados.

Lo más grave del caso es que esto era la crónica de una inundación anunciada y desde ningún nivel de gobierno se hizo nada efectivo para prevenirlo.

¿Por qué digo que una inundación anunciada? Porque lo que sucede en San Juan del Río es una repetición de lo que pasó en 2017, apenas hace cuatro años, cuando las mismas zonas se vieron afectadas por las inundaciones.

¿4 años y el mismo alcalde Guillermo Vega no hizo nada para prevenirlo? Imposible consultar su plan municipal de desarrollo para el periodo 2018-2021 porque en un acto más de opacidad de esta administración, el portal del gobierno municipal no está actualizado y solo muestra el correspondiente a 2015-2018, el cual, por cierto, es un documento muy escueto de 28 páginas lleno de generalidades, por ejemplo, en materia de obra pública marca seis líneas de acción estratégica y ninguna menciona obras pluviales. Desconozco si para el 2018 se menciona porque, como dije, en un acto de opacidad, este documento no está disponible. Y no digamos el atlas de riesgo del municipio, que tampoco está disponible.

Y la inestabilidad fue el signo de Protección Civil (PC), tan necesaria en estas emergencias. ¿Por qué digo inestabilidad? Porque desde 2018, PC tuvo seis directores, es decir, dos por año. Ante tanto cambio de liderazgo es complicado establecer una estructura estable y confiable y quienes pagan las consecuencias son los ciudadanos que cuando el cielo se nubla temen inundarse mientras el aún alcalde Vega es recompensado por su partido con una diputación local.

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