El gobernador Mauricio Kuri confundió el voto con un cheque en blanco y, en un error de cálculo político, decidió cobrarlo y malgastar su capital político y cobrar a los queretanos un nuevo reemplacamiento vehicular.
El voto no es un cheque en blanco que dan los ciudadanos a los candidatos, por el contrario, es una exigencia basada en una confianza en la plataforma de campaña que fue presentada durante el proceso electoral.
El voto no es un cheque en blanco con el que los gobernantes pueden convertirse en sátrapas y ejercer su voluntad a sus caprichos, por el contrario, el voto es quien mide esa confianza ciudadana que debe de ser ratificada cada tres o seis años.
El voto no es un cheque en blanco, aunque Kuri y su séquito hayan ganado con una aplastante mayoría; ese triunfo los obnubiló y les hizo hacer un mal cálculo de la realidad política local, pues olvidan que en el escenario electoral que tuvieron en 2021 prácticamente no tuvieron rival al frente porque Morena decidió mandar a sus peores candidatos, lo cual se ve reflejado con sus impresentables diputados que nada hicieron por defender a la ciudadanía.
Si el arranque del sexenio había sido incierto con unas lluvias que dejaron cientos de damnificados, esa crisis la pudo sortear; sin embargo, su falta de pericia política ha hecho que se acumulen más problemas y que su capital político tras su amplio triunfo electoral sea dilapidado.
La negativa a publicar la reforma legal para permitir los matrimonios igualitarios y el presentar y luego cancelar una megaobra vial muestran el lado dubitativo de Kuri, quien presume de ser buen empresario, pero no sabe leer los tiempos políticos y, por ello, su imagen se va erosionando.
El cobro del nuevo impuesto llega en un momento en que la inflación en México tiene su mayor nivel en todo lo que va del siglo XXI, lo cual trae como consecuencia que el dinero no alcance para más allá de las necesidades básicas.
Y llega en un pésimo momento porque es en la famosa Cuesta de Enero cuando se tienen que hacer otros pagos de impuestos como el predial. ¿Acaso nadie en el gabinete de Kuri le advirtió? ¿O como son de cuna privilegiada, nunca han padecido la crisis de la Cuesta de Enero?
El descontento ante esta medida de inmediato se hizo sentir en redes sociales y en una manifestación, lo que provocó una respuesta de emergencia del gobernador en un video mal editado que se subió a redes sociales en donde justificaba que el reemplacamiento era para mantener la seguridad en el estado y que para que fuera menos doloroso el cobro, el plazo se ampliaba hasta julio y que se podrá pagar en mensualidades sin intereses.
Sin duda, fue una respuesta tibia y que muestran un gobernador insensible y falto de olfato político.
En 2022, se escribirá con la K de Kuri tanto Kuesta de Enero como Krisis. Así es como se desperdicia capital político.
Periodista y sociólogo. @viloja