Esta reforma es engañosa, pero es muy grande; el paquete de reformas tiene 18 cambios constitucionales más otros cambios de leyes secundarias. Pero ¿Cuáles son los cambios de fondo y fundamentales en los que la oposición no coindice?
No importa si le quieren poner INEC, eso no es una reforma de fondo es de forma cambiarle de INE a INEC para que ahora sea Instituto Nacional Electoral y de Consultas. ¡Está bien, no pasa nada! Es un cambio de forma que describe lo que ya hace el INE, que son las consultas populares.
Pero lo que sí es el fondo de esta reforma es el querer quitar el presupuesto a los partidos políticos de oposición. ¿Y por qué sólo a los de oposición? Porque sabemos que ellos como partido político en el gobierno, piden moche a sus empleados, como Delfina, la próxima candidata en el Estado de México. ¡Imaginen la cantidad de recurso público que están metiendo a su partido político! Con las mañas que los caracteriza, ellos no carecerán de recurso, pero a la oposición la dejarían obsoleta.
Quieren que las minorías, los partidos más pequeños, las expresiones nuevas de los ciudadanos, no tengan cabida en este nuevo sistema parlamentario.
Por otra parte, también en la reforma estipula que todos sean de representación proporcional, todos serían por lista de los partidos políticos en función de la votación obtenida. No se trata de quitar los plurinominales que desde 1977, Reyes Heroles le dio espacio a la representación proporcional, y lo puso en la reforma electoral para que la oposición tuviera voz y voto dentro de las cámaras.
Hoy, la fórmula que quieren poner con esta reforma no solo es terminar con los partidos minoritarios sino también hacer un circo de candidatos, haciendo que las y los consejeros del Instituto Electoral sean votados por la gente, propuestos primero por la Cámara de Diputados con mayoría simple; es decir, ¡Propuestos por Morena! ¡Candidatos de la 4T para que sean consejeros del INE! Imagina que el día de mañana el INE va a tener de consejero a Fernández Noroña o a Adán Augusto y entonces tendríamos un árbitro electoral completamente entregado al poder.
Y por último punto ¡La credencial de elector!, esa credencial que traemos todos en la cartera, con la que se identifica, dejaría de hacerla un organismo autónomo la volvería a hacer el Estado, la Secretaría de Gobernación y entonces Adán Augusto López, la corcholata favorita, decidiría desde su oficina quién puede votar y quién no puede votar y además tendría todo el control del padrón electoral del país.
Así que nos pusieron una trampa en esta Reforma Electoral donde el diablo se asoma en cada uno de los cambios, con el objetivo de que el señor perverso que vive en Palacio Nacional garantice las siguientes elecciones a favor de su partido.
Pero aún hay luz al final del túnel, y la oposición ha sido muy clara de que este paquete de engaños llamada Reforma Electoral, no va a pasar. Pero la ciudadanía no se quedó quieta y con la voz de miles y miles y miles de ciudadanos que el pasado domingo salieron a presionar a los legisladores para que nadie se atreva a pandear. Se demostró el tamaño de rechazo que tiene esta reforma para los del PRI, PAN, PRD, Movimiento Ciudadano...