“La Secretaría de Salud del estado de Querétaro confirma el primer caso importado de Covid-19 en Querétaro, en un hombre de 43 años”, así dio a conocer la autoridad local el primero de los más de 87 mil casos de la enfermedad que le cambió la vida a una generación.
Hoy sábado 11 de septiembre de 2021 cumplimos año y medio en pandemia y, cuando menos yo, sin ser especialista en el tema, no veo para cuándo podamos salir de ella; ya no digamos pensar en volver a como era la realidad del mundo antes del SARS-CoV-2.
Somos, quienes la hemos vivido, en particular, los más jóvenes, una generación marcada por el encierro, el miedo, la incertidumbre, pero también por la solidaridad, el valor, el arrojo y la conciencia.
En 18 meses, como sociedad, aprendimos a vivir con cubrebocas en las calles y en sitios concurridos, a mantenernos alejados unos de otros, cuando menos a 1.5 metros de distancia, con el costo emocional que ello implica, aunque haya imbéciles que se niegan a ello.
En año y medio aprendimos, como organización social, que el virus se respira, enferma y mata, aunque haya bestias negacionistas.
En 547 días también aprendimos que para combatir de manera más eficiente el virus hay que vacunarse; aunque haya estólidos que lo rechacen.
Aquel varón residente de España que en marzo del año pasado viajó a México vía el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y se trasladó a Querétaro en auto particular para visitar a sus familiares (sus padres), resultó ser el primer caso positivo de una enfermedad que le ha arrebatado la vida a 5 mil 380 queretanos. Jamás imaginó lo que desencadenaría.
Los números oficiales nos dicen que, desde ese día, han enfermado de Covid-19 más de 97 mil personas en Querétaro; un promedio de 5 mil 388 contagios al mes; es decir, 179 al mes.
¿Quiere verlo más dramáticamente? Con estos números, tenemos que en Querétaro se contagian de la enfermedad, en promedio casi seis personas al día.
Frente a la cercanía de las fiestas patrias, nunca sobra advertir, como ya lo han hecho las autoridades, sobre la importancia de no realizar festejos de este tipo.
Hoy que se cumplen 18 meses de que se registró, oficialmente, el primer caso de la enfermedad en Querétaro es, sin duda, es un buen momento para la reflexión, para detenernos en el camino y hacer un balance de qué hemos hecho, bien y mal, como sociedad y como gobierno, en este largo andar que es la pandemia.
El último párrafo. Tengo para mí que el todavía diputado local por el PRI, Hugo Cabrera Ruiz, es un buen parlamentario, un hombre inteligente y capaz que dejó su huella en la 59 Legislatura; sin embargo, su iniciativa de exhorto para hacer del escudo de los Gallos Blancos, patrimonio cultural de Querétaro, además de una inutilidad, me parece que no le abona nada a la vida democrática del estado.
Habiendo temas de tal relevancia como el matrimonio igualitario y la eliminación del aborto como delito.