Tal y como habían hecho en junio del año pasado, ante el anuncio del gobierno federal de contratar a 500 médicos cubanos, un grupo de asociaciones mexicanas de médicos pusieron, nuevamente, el grito en el cielo, el pasado 9 de mayo.
Pareciera ser que dichas asociaciones están en contra de que cualquier médico extranjero trabaje en nuestro país: “En nuestro país si hay médicos … formados en el pleno conocimiento de las necesidades e idiosincrasia de nuestra población” lo que, implicaría que no se aceptan médicos extranjeros en México, de ninguna nacionalidad, pues la idiosincrasia de un país es única, así como el pleno conocimiento de las necesidades del propio país. Con esa misma lógica ningún médico formado en México debería ser contratado, por ejemplo, en Estados Unidos, en Canadá, en Europa, en Asia o incluso en ningún otro país de América Latina. Con esta misma lógica, ningún médico alemán debería trabajar en Francia y viceversa. La verdad ¿es así como piensan los médicos que firmaron el comunicado del 9 de mayo?
No deja de ser contradictorio que señalen que los médicos mexicanos tienen “pleno conocimiento de las necesidades de nuestra población” y que al mismo tiempo afirmen que “en nuestro país sí hay médicos” y que la falta de médicos en México es simplemente una suposición, pues hablan de “una supuesta falta” (de médicos).
Los datos de organismos internacionales no ayudan a los firmantes del documento pues según la Organización Mundial de la Salud (OMS), con datos actualizados a abril de 2020, en nuestro país existen sólo 2.38 médicos por cada mil habitantes, uno de los índices más bajos. Muy por debajo de países como Holanda (que cuenta con 3.6 por cada mil), España (3.87), Italia (3.98), Argentina (3.99), Alemania (4.25), Uruguay (5.08) o la misma Cuba, líder mundial en este aspecto, pues cuenta con 8.42 médicos por cada 100 mil habitantes, tres veces y media más que en nuestro país. Comparados con España o Italia, tenemos un déficit, en México, de 210 mil médicos.
Este déficit se traduce en una sobrecarga de trabajo pues mientras que cada médico mexicano debe atender, en promedio, a 420 habitantes, un español o un italiano atienden, aproximadamente a sólo 250. Mientras que en países líderes cada médico atiende, en promedio, a sólo 216 habitantes en Israel; aproximadamente 195 en Uruguay, Portugal, Austria o Grecia; y a sólo 119 habitantes en Cuba. Estos datos muestran que el déficit de médicos en nuestro país es real y no ficticio, y no sólo lo sabemos los mexicanos sino también órganos internacionales.
