Hay países, como Suiza o Italia, pero no sólo esos, en donde la democracia participativa está plenamente consolidada. Sus instrumentos básicos son las iniciativas populares y las consultas o referéndum.
En Suiza se han llevado a cabo 235 referéndum, el primero de los cuales, en 1875, es decir, 235 referéndum en 146 años, lo que da un promedio de 1.6 referéndum al año. Y no existe quórum mínimo legal, por lo que todos los referéndum son válidos. Lo que no significa que todas las disposiciones sometidas a consulta popular sean aprobadas, de hecho, sólo han sido aprobadas 200 y 35 han sido rechazadas. Si en México existiera el mismo marco legal, la consulta del pasado 1 de agosto habría sido válida y sin quórum legal mínimo, habría obligado a promotores y a detractores a salir a votar, no habría servido la abstención, ni activa ni pasiva, pues cualquier abstención iría en favor de la posición personal opuesta.
En Italia se han llevado a cabo 74 referéndum, el primero de los cuales, en 1946, es decir, prácticamente un referéndum anual. A diferencia de Suiza, en Italia si existe el quórum legal mínimo, que es del 50 por ciento del padrón electoral, por lo que, a diferencia de Suiza, en Italia, de 67 referéndum derogatorios en 28 no se cumplió con el quórum, lo que acaba de pasar en México. Y no por lograrse el quórum eso significa que la cuestión sometida a consulta popular haya sido aprobada. En efecto, de los 39 referéndum en los que se alcanzó el quórum, en 23 ganó el sí y en 16 ganó el no.
A esto nos tenemos que acostumbrar con la actual legislación nacional. Se puede lograr el quórum como no, en el primer caso el resultado de la consulta es vinculatorio, mientras que, en el segundo caso, como acaba de suceder en nuestro país, el resultado no es vinculatorio.
En marzo del año próximo se llevará a cabo la segunda consulta popular constitucional. Esta vez será un referéndum revocatorio sobre la Presidencia de la República.
Es totalmente previsible que veamos una película muy diferente de la que vimos el 1 de agosto. En marzo de 2022 veremos una amplia propaganda para participar en el referéndum y, como ya anunció el INE, se cubrirá el 100 por ciento de las casillas, no como en esta ocasión, en la que sólo se instaló un tercio de las casillas para las elecciones del 6 de junio.