El ejercicio democrático que se llevó a cabo el domingo pasado es un suceso sin precedente alguno, el 1 de agosto del 2021 quedará plasmado en la historia de nuestro país como el primer intento institucional de invitar a las y los ciudadanos a formar parte real de las decisiones que afectan de manera directa o indirectamente el presente, pasado o futuro de la vida pública de México.
Los promotores de este ejercicio nos encontramos plenamente conscientes que los objetivos y expectativas de esta primera consulta no fueron cubiertos en su totalidad, no nos vamos a engañar ni buscaremos engañar al pueblo de México, pero así como abiertamente reconocemos el no cumplimiento de todas las metas también es fundamental señalar que este ejercicio de participación sufrió diferentes atentados por parte de la autoridad electoral, empezando por su vocero que junto a los partidos políticos que han gobernado nuestra nación en otras administraciones difamaron la pasada jornada dominical, por supuesto varios intelectuales orgánicos hicieron uso de sus espacios particulares en medios de comunicación, para calumniar esta consulta y sembrar la semilla de la desinformación e indiferencia en la mente de un pueblo que desafortunadamente normaliza, el no ser tomado en cuenta en la toma de decisiones torales y profundamente trascendentales para los intereses de nuestra nación.
Diría una expresión popular millennial, “parece chiste, pero es anécdota” que los principales orquestadores de la campaña en contra de que se llevara a cabo esta consulta, son los mismos protagonistas que de manera cómplice saquearon las arcas de la nación, violentaron nuestra soberanía como país libre y democrático y por si fuera poco sirvieron a los intereses viles y voraces de los promotores del modelo económico neoliberal cuya finalidad está centrada en la marginación y empobrecimiento de las mayorías y a su vez del empoderamiento económico y político de una pequeña cúpula que integran los dueños de los medios de producción.
Pero todas estas conductas reaccionarias de los opositores al compañero presidente Andrés Manuel López Obrador, solo demuestran el temor que sienten los acostumbrados a vivir de manera onerosa a costillas del erario público, porque a pesar de no lograr la cantidad de votos necesarios para llevar a juicio a los expresidentes, esos 6 millones 660 mil 623 participantes que acudimos a la urnas, representamos una mayor cantidad de votantes que los que obtuvo el PRI (2 millones 715 mil 123), PAN (3 millones 828 mil 228) y PRD (248 mil 505) en el pasado proceso electoral del mes de junio.
Ahora imaginemos que esta consulta se hubiera realizado el mismo día de las últimas elecciones, sin duda estaríamos hablando que las cifras serían radicalmente diferentes. Ante esto sólo queda seguir alentando a la ciudadanía a sumarse a la construcción de la vida democrática de México, un México más justo y equitativo, en donde la voz del pueblo sea la que guíe el rumbo de nuestro país. ¡Sigamos dibujando el camino!
