Qué terrible situación están viviendo en Chiapas, donde nuestros paisanos están migrando a Guatemala, ¡sí, a Guatemala! Yo sé que suena como una broma de mal gusto, pero es la realidad de miles de mexicanos abandonados a su suerte.
En la frontera sur de México, en Chiapas, la situación se ha vuelto tan desesperada que hombres, mujeres y niños están cruzando a Guatemala en busca de una vida mejor. La vecina nación al sur de la frontera no es precisamente el lugar que uno pensaría como un destino para migrar en busca de mejores condiciones de vida, pero ahí están nuestros compatriotas, huyendo de la violencia y la falta de oportunidades en su propia tierra. Persiguiendo no sólo el sueño americano, sino ahora, el sueño guatemalteco.
La situación es tan crítica que el gobierno de Guatemala ha tenido que enviar más de 200 elementos, entre militares y fuerzas especiales, para contener esta ola migratoria. Están destinando recursos para albergues y centros médicos, tratando de brindarles una atención humanitaria que, francamente, deberían recibir en su propio país. ¿Cómo es posible que hayamos llegado a este punto?
La respuesta es aterradora: los cárteles están fuera de control en Chiapas. El Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel de Sinaloa y un nuevo cártel formado por guatemaltecos y chiapanecos están peleando por el control de la frontera. Y mientras estos grupos delictivos se enfrentan por el tráfico de personas, armas y drogas, las comunidades quedan atrapadas en medio de esta guerra sin cuartel.
¡Es un desastre! Pueblos enteros se están convirtiendo en fantasmas porque no hay servicios básicos. No hay comida, no hay agua, no hay nada. Los negocios han cerrado y las familias se ven obligadas a huir para sobrevivir. Simplemente es indignante pensar que en Chiapas, un estado que ha sido cuna de culturas milenarias, ahora sus habitantes tienen que abandonar todo lo que conocen para buscar refugio en otro país.
El presidente sigue en negación, diciendo que todo está bajo control, pero la realidad toca a su puerta con resonancia, cuando nuestros compatriotas prefieren arriesgarse en Guatemala que quedarse en México. Es una situación tan desesperada que cuando el gobierno de Chiapas envió autobuses de dos pisos con aire acondicionado para rescatar a estos migrantes, ¡ni uno solo se subió! El miedo a regresar es tan grande que prefieren quedarse en Guatemala, enfrentando incertidumbre y dificultades.
Es increíble que estemos en esta situación, especialmente cuando en las últimas elecciones Morena ganó en Chiapas con 70% de los votos. ¿Qué está pasando con nuestro país? ¿Cómo hemos llegado a este punto? Los chiapanecos tienen la opción de irse a Tabasco, Veracruz, Oaxaca, pero eligen Guatemala, ante el evidente deterioro de la seguridad en los estados que gobierna Morena.
Y lo más triste es que no se trata sólo de Chiapas. Esta violencia y falta de oportunidades están presentes en muchas partes del país. Se cuentan por cientos los municipios en los que el gobierno federal y estatal han dejado que el crimen organizado se apodere de las comunidades.