Por la niñez, todo. No hay discusión, no hay cálculo político, no hay margen para escatimar en esfuerzos, leyes o presupuesto. Cualquier iniciativa que busque proteger a la niñez debe ser bienvenida, discutida y fortalecida. El gobernador de Querétaro ha puesto sobre la mesa una propuesta que abre el debate sobre el uso de redes sociales en menores de edad. Es una conversación necesaria, porque nadie puede negar el impacto que tienen estas plataformas en la salud mental, la seguridad y el desarrollo de las niñas, niños y adolescentes. Pero si hablamos en serio de protegerlos, debemos ir más allá. No basta con poner candados si seguimos dejando puertas abiertas en otros frentes igual o más urgentes.
El control del acceso a redes sociales es un reto global. No es algo que se pueda restringir solo en Querétaro, ni siquiera en México, porque estas plataformas operan bajo normativas internacionales y federales. Además, las propias redes ya han implementado filtros, controles parentales y restricciones de contenido para los menores. Instagram, por ejemplo, configura automáticamente las cuentas de usuarios menores de 16 años como privadas. Facebook y TikTok han desarrollado herramientas de supervisión parental que permiten a los padres monitorear lo que ven sus hijos, establecer límites de tiempo y bloquear contenido inapropiado.
También han ajustado sus algoritmos para reducir la exposición de los niños a violencia, contenido sexual o discursos de odio. Es decir, no partimos de cero. La pregunta no es solo cómo regular estas plataformas, sino cómo hacer que estas herramientas sean efectivas y accesibles para todas las familias.
En lugar de centrarnos en una prohibición difícil de aplicar, enfoquémonos en lo que sí podemos hacer: dotar a los padres de capacitación y herramientas para navegar de manera segura en el mundo digital y darles a los niños opciones reales fuera de la pantalla.
Ahí es donde hay una gran oportunidad para que Querétaro marque la diferencia. Se ha hablado de crear espacios para los jóvenes, de alejarlos de la sobreexposición digital con actividades culturales, deportivas y recreativas. Ese es un gran punto de partida, pero hagámoslo en grande.
Vayamos a la discusión de una actualización del presupuesto de egresos, modifiquemos las partidas presupuestales recién aprobadas en diciembre, pongamos metas claras, objetivos medibles con pesos y centavos a estos espacios con infraestructura de calidad, con acceso gratuito a actividades formativas, con programas que los ayuden a desarrollar habilidades para la vida.
Un niño con opciones no es un niño atrapado en la pantalla. Si queremos que las niñas y niños de Querétaro crezcan protegidos, debemos apostar por el entorno que los rodea, asegurarnos de que tengan acceso a educación de calidad, a un sistema de salud mental eficiente y a un entorno libre de violencia.
Y si queremos una niñez protegida, la mesa ya está puesta para discutir otras iniciativas clave que llevan tiempo esperando turno. La propuesta de eliminar la prescripción de los delitos sexuales contra menores está lista. La iniciativa contra el acecho digital, que busca frenar el acoso en línea, está lista. La propuesta para castigar a los deudores alimentarios que abandonan a sus hijos sigue esperando discusión. La iniciativa para atender la salud mental en los centros de salud, fundamental para apoyar a niños y adolescentes que enfrentan ansiedad, depresión y otros problemas emocionales, también está en pausa. Todas ellas responden a la misma causa: garantizar un entorno seguro y digno para la niñez. Si vamos a dar este debate, que sea completo. Si vamos a protegerlos, hagámoslo bien.
El momento es ahora. No se trata de señalar lo que falta, sino de aprovechar el impulso. El Gobernador Mauricio Kuri ha abierto la conversación sobre la protección de la infancia, y es el momento de elevar la apuesta. Discutamos las regulaciones a las redes sociales, pero no dejemos de lado lo que ya tenemos avanzado en otros frentes. La oportunidad está aquí. Si realmente queremos transformar el presente y el futuro de la niñez en Querétaro, debemos actuar en todos los frentes. Porque por la niñez, todo.