Roberto Cabrera Valencia, el singular alcalde de San Juan del Río, comparte el poder, y construye su gobierno con temor y desatino. Sus miedos lo devoran.

Reparte bendiciones y plazas. Atemorizado, usa la nómina para pagar presuntos favores, conspirados en su mala campaña.

¿A quién? ¿O qué debe Roberto Cabrera? Si apenas ganó las pasadas elecciones en un tribunal electoral, por 636 votos (0.5%).

En las dos elecciones que participó Roberto, Morena creció en votos un 59%. En 2021 Rosa María Ríos logró 21 mil 129, y en 2024 el impresentable Juan Alvarado 50 mil 907.

La grilla le quitó a Edgar Inzunza la candidatura morenista. Hoy, otro partido gobernaría San Juan.

La composición de su nómina muestra inoperancia y miedo. Hay 216 empleados más.

Tiene tres policías menos que el año anterior; pero les paga a 50 empleados más de confianza.

Los sindicatos lo tienen contra las cuerdas. Les da empleo a 47 miembros del SITAM y a 322 del Sindicato Único. Además, soporta el gasto a 260 empleados pensionados.

El presupuesto de San Juan del Río en 2024 es de mil 454 millones de pesos (MDP).

En los pagos de nómina y la administración de su alcaldía, Cabrera se gastará este año 290 MDP (20% del presupuesto total).

Lo que gasta en sostener la burocracia es el doble de lo que invierte en Educación, Servicios Públicos y Salud; y 72 MDP más, de lo que usa para darle seguridad pública a los sanjuanenses.

¿Quiénes serán esos 50 empleados de confianza a los que le paga?

Reprobado por la reciente encuesta de Consulta Mitofsky con apenas 44% de aprobación, se gasta diario $808 mil en nómina (24.2 MDP mensuales).

En sus tres años de gobierno estatal Mauricio Kuri ha realizado proyectos de modernización de avenidas, construcción del puente de San Isidro, equipamiento de policías y rehabilitación de mercados por una suma histórica de mil 400 MDP.

Esa estratégica jugada de Kuri lo salvó de perder. Fue por Querétaro. Por conservar esa mega-metrópoli integrada al progreso.

Roberto Cabrera Valencia se tropieza con sus miedos. Comparte el poder, pierde autoridad. Temeroso, infla la nómina, cediendo y arriesgando.

No se da cuenta, que la historia lo juzgara a él. Nadie se acordará de los que le susurran al oído y le abonan a su falta de autoridad.

Que se sacuda los miedos hoy. Ya casi, es demasiado tarde.

Google News