Un modelo innovador de hacer comunidad descubrió la titular de la Secretaría de Educación de Querétaro, Martha Elena Soto Obregón. Puso de acuerdo a todos en torno a un objetivo.

El programa —que arrancó el 28 de septiembre del año pasado— es conocido como “Contigo en la Escuela”, y tiene como objetivo recuperar las escuelas queretanas como espacios para la convivencia comunitaria.

El proyecto mueve a padres de familia, docentes, sociedad civil y empresarios a que colaboren para mejorar las condiciones de las escuelas. Impactando en el armónico y sustentable desarrollo de las comunidades educativas, de estudiantes y su entorno.

Los patrocinadores del proyecto invierten en su comunidad más cercana. Pintan bardas y salones. Dan mantenimiento general. Limpian instalaciones y equipan laboratorios. Dan consultas médicas y dentales. Cuidan el medio ambiente reforestando.

Equipan tecnológicamente los laboratorios y hasta los estudiantes pueden cortarse el cabello.

No hay iniciativa más eficiente de conectar los intereses de la comunidad —de su desarrollo y la evolución de los jóvenes y los adultos—, con empresarios que han montado su negocio, cerca de ellos. Es una conexión virtuosa.

Todos le ponen trabajo a la brillante idea. El gobierno, la escuela y su estructura docente. Los empresarios, los padres de familia y los estudiantes.

Ya intervinieron 30 escuelas en cuatro municipios. Desde preescolar hasta Bachillerato.

Se benefició a 8 mil 634 alumnos de Querétaro capital, San Juan del Río, El Marqués y Peñamiller.

Es una iniciativa transversal exitosa en el gobierno de Mauricio Kuri. Le trabajan la Sedesoq, Sedea, Ifeq, Seseq, USEBEQ, Indereq, Sejuve, Icateq, UPQ y UPSJR.

“Contigo en la Escuela” es exitoso, gracias al patrocinio de empresas como Brose, GMI, Bogar, Marcozer, Oxxo, Femsa, Prolimpieza, Unitec, AMPI, Mariscos Chilo, Mabe, Fundación WeLoveYou, Sara Otero y los colonos de San Mateo.

Todos ponen trabajo, y desde un bote de pintura o la construcción de una escuela completa, como en San Juan del Río.

En concreto, la comunidad hace suyo y transforma el espacio educativo. Y más virtuoso, lo cuida. Porque a todos les costó mantenerlo y evolucionarlo.

Desarrollo Social pone 152 litros de pintura. El municipio de Corregidora quita la maleza al terreno. El de Peñamiller le coloca luminarias a la escuela y da mantenimiento a las computadoras.

La Sedea planta 60 árboles frutales. La Delegación de Santa Rosa rehabilita jardineras. La Secretaría de Salud da 600 consultas médicas y dentales,

La USEBEQ pone 700 litros de pintura. El Indereq dona 700 uniformes.

Broze, Vogar y Marcozer compran las computadoras y los nobreaks; y donan un regulador industrial.

A todos ellos el gobernador Kuri, esta semana, les entregará un reconocimiento, merecido.

La sinergia es virtuosa; propicia un desarrollo sostenible. Distribuye con eficiencia los recursos (públicos y privados). Logra una cohesión social, por encima de las estupideces del enfrentamiento político.

Mauricio y Martha dan un gran ejemplo de gobernanza colaborativa, en bien de todos. Un modelo que habría de replicarse.

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