En una colmena los zánganos no recolectan néctar ni construyen panales. Viven de la comida que les dan las abejas obreras.

La imperfecta democracia mexicana mantiene varios zánganos en la política, que viven del dinero de todos los mexicanos. Calificando el desempeño de los dirigentes partidistas, hay fundadas dudas sobre su capacidad, y las horas que dedican al trabajo productivo, en favor del interés de la sociedad civil.

Es más, su actividad es un (descarado) gozo. Viven mantenidos por la sociedad; gozando y pavoneándose de ese poder político y económico que ejercen. Es lo que hay. Y también hay excepciones.

En 2025, mantener a los seis partidos políticos con registro en Querétaro nos costará 139 millones de pesos: 380 mil pesos diarios, es decir, 11.5 millones de pesos cada mes.

El pasado viernes 25 de octubre, el Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ), presentó una proyección del financiamiento público, del que gozarán esos organismos políticos.

Hay ejemplos patéticos y sinvergüenzas, de cómo vivir —muy cómodamente— dentro de un partido, gastando el dinero público.

El Partido del Trabajo (PT), que en 2020 aseguraba que tenía mil 947 afiliados en Querétaro y que vive gracias a la coalición que hizo con Morena, recibirá en sus arcas 10.3 millones de pesos el siguiente año.

Su dirigente tendrá 858 mil pesos para gastarse mensualmente a discreción. En este 2024 le dieron ya otros 15 millones de pesos.

En 2025, al PAN le llegarán 45.1 millones de pesos.

El Verde Ecologista, el partido más veleta en la historia política mexicana, tendrá para gastarse a sus anchas 13.6 millones de pesos.

No el segundo. El tercer piso llegará a los “morenos” queretanos, con la mayor cifra histórica obtenida de los impuestos ciudadanos.

De los 29.3 millones de pesos recibidos en 2024, en 2025 —gracias a que aliados con el Verde y PT ganaron ocho de las 15 diputaciones locales— le entrarán 42.3 millones de pesos.

Una marca que crece sola, sin mesías local, tendrá desde enero 3.5 millones de pesos mensuales para gastarse en su promoción y operación. Además de la (probable) simpatía de más de 200 mil queretanos que recibirán apoyos de programas del Bienestar.

Imagínese que llena la caja de un muerto insepulto con fajos de billetes, que suman 14.3 millones de pesos. Eso le cabrá al ataúd del PRI.

A los dirigentes de Movimiento Ciudadano (MC) también les sonríe la fortuna. En 2025 tendrá en la cuenta 13.2 millones de pesos.

Entre el año pasado y 2025, estos seis partidos políticos (con registro local) le costaron a los ciudadanos 308 millones de pesos en prerrogativas, casi 13 millones cada mes.

Los partidos hoy, entre más desprestigiados están, más dinero reciben. Una ironía trágica, que nuestra democracia embarra en la cara de los ciudadanos.

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