Con Enrique Burgos en 1991, le entró a la administración pública. Primero como asesora jurídica y luego como directora del Fideicomiso Cronos, un organismo descentralizado que administraba los proyectos estratégicos del sexenio.

Aunque no conocía a Burgos, fue invitada sorpresivamente a su equipo, después de verla hacer una ponencia jurídica en la Barra de Abogados.

La abogada María Guadalupe Murguía Gutiérrez, egresada de la Libre de Derecho en CDMX, llegó a Querétaro en 1983. Litigaba en un bufete jurídico (su jefe era Alfonso Jiménez). Dice que buscaba mejores oportunidades de vida, para su familia.

Ya estaba casada (lo hizo en 1977, cuando cursaba el cuarto año de su carrera), y acariciaba la intención “esa idea romántica”, recuerda, de dedicarse a atender su hogar y a sus hijos. La política la expropió.

Fue madre de 3 hijos. Dos, son mellizos. Uno de ellos, falleció a los 4 meses de nacido, por bronconeumonía.

Tampoco conocía a Ignacio Loyola Vera y terminó como su secretaria de Gobierno en 1997. Lupita, en Querétaro se reencontró con Francisco Garrido Patrón, que fue su compañero de salón los 5 años de la Universidad.

Paco la empujó a afiliarse al PAN en 1998; y la convirtió en su secretaria de Ayuntamiento como alcalde, y luego de Educación (del estado) en 2003.

Antes en el 2000, en el estridente triunfó de Vicente Fox, se fue a trabajar a la Secretaría de Gobernación con Santiago Creel, y luego con Felipe Calderón a la Secretaría de Educación. Intentó ser alcalde dos veces. En una de ellas, enfrentó a Francisco Domínguez Servién, y perdió la interna. Quedó adolorida.

Volteó al plano nacional y su eficiencia, carisma y oficio político la llevaron a ser Diputada Federal y Senadora.

El martes pasado, la inquieta Lupita (33 años después de carrera en el servicio público y 26 años de panista) se reinventa, se recompone y se reposiciona. Con la franca operación del gobernador Mauricio Kuri (que le gusta que se compita, por lo que se quiere), la nombran Coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN en el Senado, y encuentra (de súbito) tres realidades.

Desde la Cámara Alta, se convierte en la panista con más poder político en el país. Lidera los esfuerzos opositores, por lograr equilibrios frente al oficialismo.

Segundo, se inscribe en la historia nacional como la primera mujer en haber coordinado su grupo parlamentario (en diferentes tiempos) en el Senado y la Cámara de Diputados.

Y tercero, se coloca en la terna para las elecciones del 2027.

Lupita es abuela de 5 nietos, y no se cansa.

Tampoco hoy está desprotegida como cuando decidió irse a vivir sola a Vancouver para estudiar inglés; después de que Pepe Calzada se quitó 25 puntos en contra, y les ganó la gubernatura en 2009.

O cuando formó parte del equipo de Armando Rivera, que perdió en 2015, su segundo intento por ser alcalde ante Roberto Loyola Vera.

Hoy Lupita enfrenta y vive su mejor momento político, en la madurez que no tienen otros. #LupitaVa.


@PedroPablo TR

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