El saludo.
Querida “R.”: ¿qué valoración tienes de tus últimos 10, 50 o 100 días?, ¿incidirán de manera positiva o negativa en los días y meses por venir?
El mensaje.
El balance de un tiempo concreto, de un proceso o situación, es un ejercicio recurrente en “La Cosa Pública”; y “se corta” con diferente medida.
“Llevará tiempo sentir el verdadero impacto de todo lo que hemos logrado juntos, pero las semillas están plantadas, y con el tiempo crecerán y darán frutos durante décadas”.
Este balance, que podría adjudicarse a cualquier gobernante próximo a “dejar la silla”, fue pronunciado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien mañana entregará el mando a Trump.
Otro balance replicado esta semana corresponde a los primeros 100 días de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Desde la narrativa oficial, al balance positivo se le inyectó una “buena” dosis de percepción: plaza pública abarrotada —con gran movilización sindicalista, al más puro estilo priista— y encuestas “recién salidas” que retratan la gran aprobación que tiene la mandataria.
Cien días en los que se advierten avances en materia de justicia social; con programas sociales reconocidos en la Constitución y con un salario mínimo que ya no podrá ubicarse por debajo de la inflación. En los que se vislumbra, al menos, un giro en la política de seguridad.
Cien días marcados también por síntomas negativos; la concentración de poder, la eliminación de contrapesos, la desaparición de organismos autónomos, la falta de transparencia, la falta de medicamentos, la ausencia de proyecciones certeras —la encuesta intercensal del Inegi fue cancelada por falta de presupuesto—, el aumento alarmante de personas desaparecidas —un menor de edad desaparece en México cada 2 horas y media—.
Cien días en los que la realidad sacudió el discurso oficial, obligándolo a recurrir a viejas prácticas “neoliberales”; se reactivaron las compras consolidadas de medicamento, las zonas económicas especiales y las estancias infantiles.
Cien días en los que, por medio del Plan México, la Presidenta nos convoca a convertirnos en la décima economía más grande del mundo; hoy somos la número trece según el Fondo Monetario Internacional. Dicha meta implicaría crecer a un 6% anual los siguientes años de su administración; este año se estima que la economía mexicana crecerá alrededor del 1%.
En resumen: tenemos que hacer las cosas mucho mejor de lo que las estamos haciendo. Debemos fortalecer el Estado de Derecho y las condiciones de certeza, como se ha esmerado en hacerlo Querétaro, para que más inversiones como la anunciada por Amazon Web Services lleguen a México.
La despedida.
Querida “R.”: haz tu propio balance; reconoce lo bueno y lo malo, encuentra matices y participa en la construcción de alternativas de país.
La firma.
Tu amigo: “El Discursero”.
P.D. En espera de una próxima carta, deshazte del sobre amarillo.