El saludo.

Querida “República”: ¿alguna vez has percibido señales que te indiquen el rumbo de “La Cosa Pública?, ¿que te permitan conocer o inferir la existencia de un fenómeno hasta ahora no percibido?

Pon atención a los signos que hay a tu alrededor: lee las pistas entre líneas, reconoce los síntomas, decodifica los mensajes, interpreta las señales, separa los distractores. Es temporada de indicios.

El mensaje.

Así como la fuga del sospechoso es un indicio de su culpa; los golpes —mensajes— de autoridad, son indicio de la llegada de un nuevo gobierno.

En el ámbito federal, en poco más de 100 días de gobierno, es evidente que la narrativa oficial omite y seguirá omitiendo cualquier esbozo de crítica al gobierno inmediato anterior.

El reto es mayúsculo: rediseñar estrategias —con sentido de urgencia— sin criticar abiertamente las decisiones, las omisiones y los yerros —por evidentes que sean— del líder moral de su “movimiento”.

La lista de “silencios forzosos” a causa del dinero público mal invertido —por decir lo menos— es larga: la rifa del avión que no fue rifa, INSABI, Vacuna Covid, Megafarmacia, AIFA, Tren Maya, Dos Bocas, Gas Bienestar, Internet para Todos, Mexicana de Aviación; todo, con cargo al “pueblo sabio” —como en tiempos de Luis Echeverría o José López Portillo—.

Las acciones y los hechos, en todo caso, serán los indicios que hablen por sí mismos.

Hasta ahora, el principal indicio de cambio en el gobierno entrante es el giro en la política de seguridad, el cual, a todas luces, resultaba impostergable tras recibir un país marcado por más de 200 mil homicidios y un creciente dominio territorial por parte del crimen organizado, resultado de una estrategia fallida.

La llamada “Operación Enjambre” —redada contra siete funcionarios en activo presuntamente coludidos con el crimen organizado— fue el primer mensaje de este “golpe de timón” no declarado oficialmente; los operativos contra el crimen —con enfrentamientos letales, detenciones claves y decomisos incluidos— evidenciaron un cambio evidente en materia de seguridad respecto a la administración anterior.

Dicho ajuste en la estrategia fue acompañado de indicios de ruptura al interior del partido oficial, de resistencia interna e intereses políticos —y económicos— que han tenido que atender “quirúrgicamente”.

¿Qué otros indicios detectas en el radar? Quizá la asistencia de Leopoldo De Gyves, embajador de México en Venezuela, a la toma de protesta —por tercera ocasión— del dictador Nicolás Maduro —manchada por un evidente fraude electoral— te “diga” algo.

La despedida.

Querida “R.”: detecta indicios en “La Cosa Pública”, tanto en lo federal como en lo local; actúa con cautela, analiza, cuestiona y sujétate a tus convicciones cívicas.

La firma:

Tu amigo: “El Discursero”.

P.D. En espera de una próxima carta, deshazte del sobre amarillo.

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