El saludo

Querida “República”: vivimos tiempos de incertidumbre; de dudas, inquietudes y vacilaciones.

El mensaje

“La vida es como una caja de chocolates, nunca sabes lo que te va a tocar”. Esta frase de “Forrest Gump”, al recordar las enseñanzas de vida de su madre, reflejan el sentir de muchos de nosotros en la semana que termina.

Fue una semana en la que la Suprema Corte desestimó las acciones de inconstitucionalidad presentadas contra la reforma judicial. Los reduccionismos de nuestra malograda vida institucional, nuevamente nos hicieron dependientes de decisiones matemáticas, esta vez depositadas en la voluntad de ocho ministros; la variable de la corrupción pasada y presente, y no “la decisión del pueblo” como pretenden imponernos, nuevamente “llevó mano”.

La narrativa en disputa, la misma de los últimos meses, seguirá siendo la de héroes y traidores, demócratas y dictadores, pueblo y oligarquía. Mientras tanto, la separación de Poderes y la independencia del Judicial, se deshacen en nuestras manos. El “chocolate que sacamos de la caja” luce muy amargo; sus notas con la crisis constitucional, la crisis institucional y la falta de autocontención.

Del otro lado del charco, y contra todos los pronósticos del establishment, Donald Trump obtuvo una victoria contundente frente a Kamala Harris, siendo elegido por el pueblo estadounidense como el cuadragésimo séptimo presidente en su historia. “Curar al país”, “arreglar la frontera” y dar paso a “la era dorada de Estados Unidos” fueron algunas de sus primeras declaraciones, tras su incuestionable triunfo en las urnas.

Su segundo periodo también luce con menos incentivos para la contención: con más excesos, mentiras, polarización, linchamiento y autoritarismo; con más guerra comercial, con una política migratoria endurecida y con menos derechos civiles... al tiempo.

De aquí al 20 de enero del 2025, cuando inicie su segundo periodo como presidente, correrá un mar de incertidumbre; consciente de ello, la presidenta Claudia Sheinbaum ya señaló que “no hay motivo de preocupación” ante su próximo regreso a la Casa Blanca.

Quisiéramos pensar que la relación entre ambos países, al igual que las inversiones, se mantendrán seguras a partir de “reglas claras”; que contamos con instituciones sólidas para garantizarlo; que tenemos los contrapesos necesarios -y legítimos- para mantener el equilibrio; que el Estado de Derecho, y no la incertidumbre, prevalecerá.

Sobre todo, quisiéramos que una gran mayoría de mexicanas y mexicanos entendiera que una elección libre, es aquella en la que se vota de manera consciente, informada y razonada; en verdad quisiéramos pensar que “los chocolates de esta caja” no se están derritiendo.

La despedida

Querida “R.”: aprende a soportar la incertidumbre y a vivir con frenos (autocontención); ambos son necesarios para elegir lo correcto en tiempos complejos como estos.

La firma

Tu amigo: “El Discursero”.

P.D. En espera de una próxima carta, deshazte del sobre amarillo.

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