El saludo. Querida “República”: representar, aparentar, fingir, falsear, engañar; todos, son verbos que deberían avergonzar a “La Cosa Pública” y que, lejos de hacerlo, presume como su “indumentaria de temporada”, semana a semana.
El mensaje. Vivimos tiempos de simulación; donde se ensalza como “estratégico” la representación de algo que finge ser “lo que no es”.
Desde el oficialismo insisten en promover la próxima elección de jueces federales y locales envolviéndose en una supuesta “bandera democrática”; lo hacen limitando el presupuesto para la organización de la elección -anulando el PREP-, “cargando los dados” y el apoyo hacia los candidatos oficialistas, quejándose de que el INE aplicará las reglas restrictivas que ellos mismos redactaron y aprobaron.
¿Qué puede salir mal si dejas de lado la carrera judicial?, ¿si quienes antes reprobaron sus exámenes para jueces hoy son candidatos?, ¿si permites que abogados de narcotraficantes aparezcan en las boletas?,¿si invitas a la gente a votar “a ciegas”? ¿si agregas la incertidumbre jurídica -como factor- a la casi inminente recesión económica en la que entrará nuestra economía? Al final, esta simulación les permitirá apropiarse del Poder Judicial y los costos los pagaremos todos, incluidos ellos.
Otra bandera recurrentemente enarbolada desde el oficialismo es el contraste, vía su frase más recurrente: “nosotros no somos iguales”. Dicha construcción conceptual por oposición pretende meter las peores prácticas del poder, de la corrupción y la impunidad en una sola bolsa: la de sus “adversarios políticos”; lo enuncian a diestra y siniestra mientras presentan una nueva ley de obra pública que exenta tanto a las empresas estatales como a las Fuerzas Armadas de cumplir con reglas de transparencia. Lo declaran “a los cuatro vientos” mientras se dan tiempo de integrar a Miguel Ángel Yunes a su bancada, mantener a Rosario Piedra como presidenta de la CNDH, o proteger políticamente a personajes como Rubén Rocha, Félix Salgado, Manuel Bartlett, Mario Delgado, Francisco Garduño, Ignacio Ovalle, Rutilio Escandón, Andrea Chávez, Cuauhtémoc Blanco y un largo etcétera.
Y mientras presentan el Plan Integral de Fortalecimiento Económico que “no se limita a hacerle frente a los aranceles, sino a impulsar la economía nacional” -lo que “de facto” siempre tendría que hacerse -, la presidenta Sheinbaum nos dicen que tuvimos “el marzo más alto de la historia en empleo”; pero no nos dice que en febrero se perdieron más de 276 mil (datos ENOE), cifra superior a todos los puestos de trabajo creados en 2024.
A estas alturas, ya nos queda claro que no existe una oposición que desafíe tanta simulación -quizá en razón de su propia simulación-.
La despedida. Querida “R.”: recuerda con Cicerón que “todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo”.
La firma. Tu amigo: “El Discursero”.
P.D. En espera de una próxima carta, deshazte del sobre amarillo.