Actualmente el fentanilo está en el debate mundial. Se analiza y se describe desde todos los perfiles, ora desde la política, ora desde de la medicina, ora desde las ciencias sociales hasta del pensamiento de sentido común. Ahora bien, precisemos. El fentanilo es un analgésico y una droga sintética 50 veces más potente, por ejemplo, que la heroína y 100 veces más poderoso que la morfina. Si un ser humano consume alrededor de 2 mg está en alto riesgo su vida.
Esta droga, en el campo médico, funciona como un analgésico para cualquier dolor corpóreo del ser humano y, para mal, evolucionó hasta consolidarse en una droga que fusionó a las drogas más letales para convertirse en una droga ilegal a partir de crear un ejército de consumidores transformados en adictos. Es la droga de moda la cual cobra miles y miles de muertes al año de individuos devorados por la adicción.
En el escenario de la política, los países centrales, entre los que lidera Estados Unidos, responsabilizan a una diversidad de países periféricos, entre éstos México, de ser los grandes productores de la droga letal en cuestión y los culpables de envenenar a lo habitantes, primordialmente lo jóvenes, en sus respectivos países. En una actitud de represalia, el gobierno comandado por Donald Trump, amenaza, en un futuro inmediato, con un aumento en aranceles y el despido masivo de migrantes ilegales del país del norte. En el fondo, el tema gravita entorno al fentanilo.
A contrapelo, veamos el delicado asunto desde otro crisol. El fentanilo fue creado por Paul Janssen en Bélgica en 1960 y, más tarde, se trasladó para su uso médico en Estados Unidos, en 1968. Ya en el vecino del norte, es la empresa farmacéutica Purdue Pharma la que amplía la investigación hasta crear la oxycontin, sustancia del fentanilo. Desde la década de 2010, dicha droga inició su aventura ilegal y no médica. Richard Sackler fue el empresario farmacéutico responsable de la explotación de dicha droga. En consecuencia, después de la pandemia del Coronavirus-19 se desborda la epidemia de sobredosis y muertes de ciudadanos norteamericanos. Entonces pues, ¿quién es el responsable de la detonación de la letal droga y de la violencia desatada a la par?
Desde el enfoque de la sociología de las drogas, éstas han sido creadas por la industria farmacéutica trasnacional para fines de control social.
En el contexto de las drogas no médicas ilegales, las mafias empresariales derraman sobre la sociedad la heroína, la morfina y el crack orientadas al consumo de las clases populares para purificar a la sociedad de aquellos individuos ya no útiles al mundo actual. En este sentido, se comprenderá que el fentanilo cumple la función social de la destrucción de seres humanos y, a la par, las mafias empresariales trasnacionales obtienen jugosas fortunas de forma ilegal en ocasiones con los gobiernos nacionales como el caso de Estados Unidos. Atención México y gobiernos con el resguardo de la salud de los mexicanos.