El mensaje de AMLO en la mañanera de ayer adelantaba lo que vendría en la tarde-noche:
“… Le pedí a Adán Augusto (López) que se hiciera cargo de la Secretaría de Gobernación… porque necesitamos continuar con el proceso de transformación… y me va a ayudar con todos los asuntos públicos-políticos, la relación con gobernadores, con la Fiscalía General de la República, con el Poder Judicial, en especial con la Suprema Corte de Justicia y lo que se tiene que atender en el Poder Legislativo, las nuevas iniciativas de reforma”.
¿Pues qué no eran esas las tareas de Julio Scherer Ibarra, muchas de las cuales, por cierto, arrebató desde la Consejería Jurídica de la Presidencia a la exsecretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, con quien sostuvo una fuerte confrontación de la que salió airoso apenas la semana pasada cuando la ministra en retiro de la Corte dejó en manos de Adán Augusto López el despacho del Palacio de Covián para reincorporarse al Senado como presidenta de su mesa directiva?
Pasadas las seis dela tarde inició en el Palacio Nacional una reunión de gabinete a la que se convocó para evaluar los destrozos dejados por el huracán “Grace”, pero en la que salió a relucir la renuncia que con carácter de irrevocable le había presentado al Presidente su Consejero Jurídico, Julio Scherer, versión que corrió como pólvora en las redes sociales. Scherer sí era, en todo caso, el destinatario de la tempranera declaración presidencial.
¿Será que el Consejero Jurídico se sintió desplazado por las funciones encomendadas al nuevo secretario de Gobernación? ¿Habrían generado el descontento presidencial hechos recientes como el cuestionado y ahora rechazado artículo transitorio que amplía dos años la presidencia del ministroArturo Zaldívar al frente de la Corte, o el fracaso en el proceso legislativo para la reglamentación de la Revocación de Mandato, o la caída de José Luis Vargas Valdés como presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pieza clave de la 4T en ese órgano jurisdiccional?
Acaso sí, pero la razón de fondo de que Scherer presentara su renuncia con carácter irrevocable son —según fuentes en Palacio Nacional— sus profundas diferencias con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México quien lo acusa de operar a favor de las aspiraciones presidenciales del canciller Marcelo Ebrard, de quien Scherer es amigo y fue cercano colaborador cuando aquel estuvo al frente del gobierno capitalino.
Lo cierto es que, hasta el momento de escribir esta columna, ni la oficina presidencial ni su Coordinación de Comunicación Social habían confirmado si el Consejero Jurídico presentó su dimisión y si había sido aceptada por AMLO, mucho menos perfilado el nombre de un eventual sucesor.
La que suena para ocupar esa poderosa oficina es Loretta Ortiz, abogada con larga trayectoria, parte de una terna a ministra de la Suprema Corte, consultora jurídica de Relaciones Exteriores, asesora en la dirección general adjunta del Banco de México y actualmente consejera de la Judicatura Federal. Está casada con José Agustín Ortiz Pinchetti, fiscal de Delitos Electorales.
También es cierto que, en estos días, quizás hoy mismo en su tercer informe de gobierno, el Presidente anuncie otros ajustes y cambios en sus gabinetes legal y ampliado. Suenan diversos nombres y determinadas posiciones. Entre otros los siguientes:
El desde ayer exgobernador priista de Tlaxcala, Marco Antonio Mena Rodríguez, a quien se traería por la buena relación que cultivaron; Jaime Bonilla, quien terminaría su mandato el próximo 31 de octubre y que se vendría a la Semarnat, aunque se frota las manos por la SCT; y al gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón que, pese a sus desaciertos, AMLO lo traería al gabinete por su amistad para dejar como gobernador sustituto a Plácido Gilberto Morales, presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. En tanto que el secretario de Bienestar, Javier May Rodríguez, dejaría el cargo para ser nombrado gobernador sustituto de Tabasco.
Instantáneas:
1. RESPALDO. Ante la sanción impuesta al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación por haber dado a conocer un video informativo en una reunión privada, el mandatario oaxaqueño criticó tal decisión y dijo estar a favor de una Reforma Electoral que permita modernizar la democracia mexicana a través de una legislación y acorde con los tiempos que vive el país. “Yo respeto la ley, pero en México queda claro que hoy es necesaria una Reforma Electoral y comparto la opinión del presidente López Obrador en ese sentido”, dijo Murat.
2. MALA LECHE. El expresidente Felipe Calderón dijo en febrero pasado que “pasarían 134 años para que la población mexicana recibiera la vacuna contra la Covid19”. Dijo textualmente en un twitter: “el 70% de la población estará vacunada con dos dosis en casi cincuenta mil días”, según el sitio Covidvax.live que da seguimiento a la vacunación en el mundo. Pues resulta que anoche se completaron los cien millones de vacunas llegadas al país y que ya se han aplicado 84 millones 946 mil 443 dosis. Con el esquema completo (de dos dosis y una sola) ya están inoculados 57 millones 798 mil mexicanos. Eso se ha logrado en el transcurso de ocho meses. Si el total de la población es de 127 millones (incluidos niños menores de 18 años), falta 70 millones. Al ritmo actual de aplicación tomaría otros ocho meses vacunar a 57 millones más y otro dos a los restantes 13 millones. Esto quiere decir que terminaríamos en junio del año próximo, un total de año y medio desde que inició la vacunación, no 134 años.
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