Actualmente la producción apícola presenta graves problemas, cosas como el cambio climático y el crecimiento desbordado de la población humana, aunada con una limitada capacidad institucional de apoyo y fortalecimiento de la actividad han provocado una importante disminución de colmenas en nuestro país.
Por lo que urge crear un marco legal de protección y fortalecimiento del sector apícola y a su vez, procure el desarrollo de una agricultura ecológica y respetuosa con el medio ambiente, es por ello, que celebramos y esperamos que en breve se discuta y se apruebe la Iniciativa de Ley de Fomento Apícola y Protección del Proceso de Polinización del Estado de Querétaro que ya presentó la diputada por el Partido Verde, Yolanda Rodríguez Otero.
Dicha Ley pretende regular y proteger en el estado, la organización, investigación, sanidad, desarrollo, tecnificación, movilización, aprovechamiento y comercialización de la apicultura; su control sanitario y la certificación de sus procesos y calidades, en aras de garantizar la salud pública y competitividad del sector; así como la protección de los procesos y agentes polinizadores, entre otros.
Habrá que recordar que la apicultura se remonta hasta hace más de 8 mil años en la denominada cueva de la araña, perteneciente a la península ibérica donde aparece pintada una mujer con un cesto recogiendo panales silvestres, con algunas abejas volando a su alrededor, y a un adolescente que sube con otro cesto a la espalda para ayudar.
México es privilegiado geográfica y climáticamente permitiendo que nuestra actividad apícola se mantenga en los primeros lugares de producción y calidad de miel. Solamente son diez las naciones que venden el 78 por ciento de la miel que se comercializa a nivel mundial, de las cuales cuatro aportan el 50 por ciento de esas ventas y entre ellas se encuentra México. Nuestro país participa con el 6.3 por ciento de las exportaciones mundiales de miel natural, con un volumen de 25 mil 473 toneladas. En el 2015 la Sagarpa arrojó que la apicultura genera alrededor de 100 mil empleos directos.
La apicultura en nuestro país tiene una gran importancia socioeconómica, histórica y ecológica siendo una de las tres actividades de exportación más importantes del sector pecuario sin duda indispensable para el fortalecimiento de los sistemas de vida y desarrollo, porque usa y produce una serie de bienes como son: miel, polen, propóleo, veneno, la cera y jalea real.
La apicultura permite el desarrollo de comunidades al generar bienes usando la miel, la cera de abeja, etc. en la elaboración de productos derivados tales como medicamentos, ungüentos para la piel, cosméticos etc., fortaleciendo el desarrollo de las comunidades.
La polinización es fundamental para que las plantas en flor produzcan cualquier tipo de semilla y de frutas. Otras cosechas producen frutas que se desarrollan con la semilla, por ejemplo los cítricos, el mango y el tomate. Se necesitan semillas para la producción de nuevas cosechas y para mejorar su misma calidad a partir de programas de selección de plantas.
Los beneficios de la apicultura son notorios para la economía de nuestro país sin embargo, las abejas al ser la especie polinizadora más importante de nuestro planeta son fundamentales para la generación de vida, las abejas al obtener el alimento de las flores fomentan en las plantas la capacidad de fecundarse, aumentando el rendimiento en los cultivos, lo que favorece un incremento en alimentos de origen vegetal, materia prima textil, e insumos agropecuarios.
En México, la Conabio reporta que hay 316 especies de plantas, 286 se destinan para la alimentación y 80 como insumos para la industria; el 80% depende de un polinizador para su producción.
Investigadores de la UNAM han identificado que de 345 especies de plantas comestibles aprovechadas donde el 86% dependen de la polinización y estimaron el valor de la polinización en 43 mil millones de pesos.