El camino de la innovación es arduo y, a menudo, está plagado de desafíos que parecen insuperables, especialmente cuando se trata de abrir nuevas sendas dentro de un sistema gubernamental. Crear un proyecto como el Centro de Innovación y Tecnología Creativa BLOQUE ha sido una de las tareas más desafiantes y gratificantes de mi carrera. A lo largo de estos años, he tenido el privilegio de ver cómo una idea audaz se ha transformado en un ecosistema vibrante que ha capturado la atención y el entusiasmo de miles de personas.

BLOQUE no es simplemente un edificio; es un organismo vivo que respira y se nutre del ingenio de quienes lo habitan. Desde su apertura, hemos logrado organizar más de 100 eventos, hemos recibido a más de 700 estudiantes que han venido a aprender y colaborar, y hemos establecido 60 potenciales alianzas con organismos públicos y privados. Además, más de 50 empresas han manifestado su voluntad de ser parte de este ecosistema. Todo esto lo hemos alcanzado con un equipo reducido que, sin embargo, ha demostrado una dedicación y capacidad extraordinarias para enfrentar un proyecto de esta magnitud.

Comparo a BLOQUE con un emprendedor. Como todo emprendedor, BLOQUE ha tenido que abrirse camino a través de las barreras y la burocracia, demostrando su valor y potencial a cada paso. Como su coordinador, he sido testigo del inmenso esfuerzo que ha significado mantener este proyecto en marcha. Hemos navegado por aguas turbulentas, muchas veces sin el apoyo estructural especializado que un emprendimiento de esta envergadura necesita para prosperar. Sin embargo, hemos tenido éxito, y ese éxito no es menor; es la prueba de que la innovación puede florecer incluso en las condiciones más adversas.

La revocación del usufructo con Hathor Investment Group S.A. de C.V. fue una decisión difícil, pero necesaria. Este proyecto no necesita de terceros para subsistir; lo que necesita es el compromiso y la energía de su comunidad. Hemos llegado hasta aquí con el impulso de los emprendedores, los estudiantes y las empresas que han encontrado en BLOQUE un lugar donde sus ideas pueden crecer y prosperar. Y lo hemos hecho sin una estructura de gestión dedicada exclusivamente al centro de innovación que nos apoye de manera adecuada. Esto demuestra la fuerza y la resiliencia del ecosistema que hemos creado juntos.

Ahora nos encontramos en un momento crucial. Las decisiones que se tomen en los próximos meses serán determinantes para el futuro de BLOQUE. Espero, con toda la convicción de alguien que ha luchado por este proyecto desde sus inicios, que quienes tengan la responsabilidad de guiar a BLOQUE en el futuro comprendan la importancia de este ecosistema para nuestra ciudad. Es vital que reconozcan el enorme esfuerzo que se ha realizado para llegar a este punto.

BLOQUE es más que un centro de innovación; es una promesa para Querétaro. Es un lugar donde el futuro se está construyendo cada día, donde las ideas se convierten en realidades que tienen el potencial de transformar no solo nuestra ciudad, sino también el país.

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