¿La semana pasada “¿México Cómo vamos?” publicó la actualización al segundo trimestre del 2024 del índice de Progreso Social, este índice es una herramienta necesaria para comprender el bienestar de las naciones más allá de las cifras monetarias tradicionales como el PIB. El IPS mide el progreso social a través de dimensiones clave como las necesidades humanas básicas, los fundamentos del bienestar y las oportunidades, pone a las personas en el centro del análisis.

El primer hallazgo relevante de esta actualización es que el crecimiento económico, aunque necesario para el progreso social, no garantiza automáticamente un aumento en el bienestar de la población. Sin políticas públicas eficaces que conviertan los recursos económicos disponibles en un desarrollo inclusivo y sostenible, el crecimiento por sí solo no se traduce en prosperidad para todos.

Si bien México ha mostrado una capacidad de crecimiento económico notable en los últimos años, especialmente impulsado por el nearshoring, las políticas públicas a menudo no han estado a la altura de las necesidades sociales, de hecho, sus beneficios llegan solamente a regiones que ya muestran un alto índice de progreso social, lo que sugiere que las entidades con mayores niveles de desarrollo social tienen una ventaja significativa en atraer inversiones y generar empleo de calidad.

Otro de los hallazgos preocupantes del IPS es la persistencia de desigualdades regionales en México. Mientras que entidades como la Ciudad de México, Aguascalientes, Nuevo León y Querétaro se destacan consistentemente entre las más avanzadas en progreso social, otras como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Tabasco siguen estancadas, con niveles de progreso social mucho más bajos. Esta disparidad es alarmante, especialmente cuando se observa que las entidades con mayores niveles de progreso social parecen tener una mayor capacidad para captar los beneficios derivados de la reubicación de actividades económicas.

¿Qué falta para que México logre un progreso social inclusivo?

El desafío ahora es claro: México necesita implementar políticas públicas que no solo busquen el crecimiento económico, sino que también fomenten el bienestar de todos sus ciudadanos. Esto implica una redistribución de recursos, una atención prioritaria a las regiones más rezagadas, y sobre todo, una visión de largo plazo que permita a las entidades con menor progreso social superar las barreras estructurales que las han mantenido en la periferia del desarrollo.

El Índice de Progreso Social nos recuerda que el bienestar humano no puede medirse solo en términos de crecimiento económico; es un concepto mucho más amplio, que exige una atención integral a las necesidades de las personas, y sobre todo, a la construcción de una sociedad más justa y equitativa. La actualización del IPS puede consultarse en: https://mexicocomovamos.mx/indice-de-progreso-social/

@RubenGaliciaB

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