Con frecuencia, el trabajo legislativo es visto con desdén o desconfianza, centrándose en su aparente poca productividad, decisiones polémicas o medidas que impactan negativamente a la ciudadanía. Sin embargo, este enfoque tiende a ignorar la importancia de muchas acciones y decisiones que, aunque en apariencia pequeñas, como la modificación de una palabra en la ley, la creación de un nuevo reglamento o la actualización de una norma, son las que verdaderamente pueden transformar la vida de las personas en su día a día. Estas decisiones, que a menudo pasan desapercibidas, son las que permiten que un municipio, un estado o un país funcionen de manera más eficiente, justa y acorde con las necesidades actuales.

En particular, la LX Legislatura del Estado de Querétaro, próxima a concluir, merece un recuento del trabajo que durante tres años realizaron en favor de las y los queretanos.

Entre las leyes y reformas más destacadas presentadas por esta Legislatura se encuentra la creación de la Agencia de Movilidad del Estado, la actualización del Código Penal, la Ley que regula la Policía de Proximidad, la reforma constitucional que incluye el Plan Estratégico de Largo Plazo y por supuesto la Ley que regula la prestación de los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento del Estado de Querétaro, que a pesar de sus aspectos debatibles, actualizó una normativa necesaria para un estado que supera los dos millones de habitantes.

Además de los resultados en términos de productividad legislativa, la LX Legislatura también se destaca por su capacidad para construir consensos. A pesar de las diferencias partidistas, el 90% de las iniciativas se aprobaron por unanimidad, con votos de todos los partidos políticos. En un contexto nacional e internacional donde la polarización es la norma, Querétaro ha demostrado que el diálogo y la cooperación son posibles cuando se pone el bien común por encima de las diferencias.

Otro aspecto relevante fue el liderazgo y papel central que tuvieron las mujeres legisladoras en este periodo. Mención especial para la diputada Ana Paola López Birlaín, quien presentó el pasado lunes 26 de agosto el informe final de la LX Legislatura. En su mensaje, subrayó la importancia de que las decisiones legislativas estén guiadas por la naturaleza humana, destacando que los legisladores deben privilegiar el respeto a los derechos, el diálogo, la cooperación y los puntos de encuentro. Su discurso nos recordó que las leyes no solo deben ser justas, sino también profundamente humanas.

La tarea legislativa debe ser continua y dinámica para estar a la altura de los cambios que la sociedad exige. Las leyes deben evolucionar como reflejo de nuevas visiones, necesidades emergentes y las aspiraciones de nuevas generaciones.

Aunque es prematuro emitir una calificación definitiva para la LX Legislatura, han sentado las bases para un futuro en el que el Estado pueda seguir desarrollándose de manera sostenible, equilibra y justa, con leyes que anticipen y acompañen las transformaciones necesarias para su bienestar y progreso.

@RubenGaliciaB

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