Llegó a la Cámara de Diputados el paquete económico: propuesta de ingresos y egresos para 2025 que presenta el Ejecutivo federal. Estos instrumentos son la base para las políticas públicas del gobierno. En ellos podemos distinguir si el discurso oficial corresponde con la realidad.
Explico lo último: si un partido en el poder dice que le interesa algún tema, por ejemplo, educación o seguridad, y dedica pocos recursos al mismo, una de dos, o era falso el interés o hay otras circunstancias que le impiden cumplir con su palabra.
Del paquete económico 2025 podemos decir en lo general: 1.— refleja la crisis financiera heredada de la pasada administración y la desesperación por disminuir el déficit, 2.— parte de un optimismo con poco fundamento. Hay números alegres en inflación, tasas de interés y precio del dólar, todo a la baja; mientras que se asegura, contra todos los pronósticos, que el PIB va a crecer entre el 2% y 3%, 3.— no hay concordancia entre la narrativa social que presume Morena y la disminución de presupuestos que deberían formar parte de una estrategia para terminar con la desigualdad y 4.— el presupuesto es una caja china en donde se esconden recursos.
En lo particular, hay mucho que decir. El proyecto de egresos disminuye recursos en temas como cultura, medio ambiente, educación superior, seguridad y migración. Algunas entidades, como Yucatán, Campeche, Tabasco y Sinaloa verán, de no modificarse el presupuesto, grandes mermas en la inversión federal que se destina a ellas. La primera tendrá un 42% menos de recursos federales.
Hay casos paradigmáticos que demuestran el desorden. Apenas se hizo público el proyecto del PEF 2024, dos casas de estudio de gran prestigio, UNAM e IPN, levantaron la voz ante el anuncio de recortes a su presupuesto; para la primera de 10.6% y para la segunda de 10.3%. La respuesta de Hacienda fue inmediata: señaló que se trataba de un error y que lo correcto era un aumento del 3.5%. De ser así, también se pasa por alto que en términos reales no se resarce el efecto inflacionario para estas instituciones.
Hay más, en el documento se incluyen recortes a la Universidad Antonio Narro, Cinvestav, Tecnológico Nacional de México, UPN, UAM, CETIS y Conalep. Por lo que respecta a la UAM, sus funcionarios anunciaron que recibieron el mensaje de que tendrían la misma suerte que la UNAM e IPN. Sin embargo, no hay aviso oficial y tampoco se ha dicho nada del resto de las instituciones. Algunas de ellas, como el Tecnológico, tienen recortes que llegan a cifras superiores a los mil 500 millones de pesos.
Veamos en qué termina la historia, por lo pronto, Morena asoma su verdadera cara: neoliberal e insensible.