La mayor fortaleza de nuestra sociedad está en su capacidad para enfrentar en unidad cualquier desafío, con la firme convicción de que todas y todos somos una pieza fundamental para la construcción de nuestro presente y nuestro futuro colectivo.
En Querétaro, hemos construido con mucho esfuerzo, y desde hace muchos años, un lugar donde la paz y la tranquilidad son realidades comunes. La mayoría de los que hoy estamos aquí, crecimos entre las calles, los parques, las escuelas, las plazas públicas y espacios donde adoptamos la identidad que orgullosamente nos hace ser lo que somos.
Crecimos con el enorme privilegio de no sentir miedo y el día de hoy estamos convocados a no permitir que a las infancias, juventudes y familias queretanas les sea arrebatado el derecho a vivir con tranquilidad y seguridad. Como representante de nuestra comunidad universitaria, pongo al servicio de la sociedad queretana toda nuestra fuerza intelectual, toda nuestra capacidad técnica y toda nuestra voluntad para sumar esfuerzos en favor de la paz, la igualdad, la libertad, la justicia, la solidaridad y el respeto a los derechos humanos, siempre desde la autonomía y el pensamiento crítico.
La Universidad Autónoma de Querétaro se debe a la gente y por ello haremos equipo con nuestras autoridades de gobierno, con la sociedad civil organizada, con la iniciativa privada, con los distintos organismos autónomos y con toda persona que tenga como prioridad, trabajar en la impostergable tarea de erradicar toda forma de violencia en nuestra sociedad.
Tiempos como estos nos ponen a prueba, pero estoy convencida de que estaremos a la altura de las circunstancias, porque hoy hemos elegido poner en el centro el bienestar común, hemos decidido eliminar las diferencias y condenar a quienes lucran con el dolor y la tragedia, porque elegimos la causa de luchar juntos por un Querétaro donde nadie se atreva a socavar los principios que sustentan una convivencia pacífica y justa.
Para contribuir a un entorno más seguro, es fundamental que cada uno de nosotros asuma la responsabilidad de ser un agente de cambio en nuestra comunidad. Esto comienza con acciones cotidianas que fomenten la convivencia pacífica, como promover el respeto en nuestras interacciones, tanto dentro como fuera de los espacios académicos o laborales.
La lucha por la paz es tarea de todas y todos, por ello no dudamos en sumar esfuerzos con todos los actores de nuestra sociedad para erradicar cualquier forma de violencia que pueda amenazar el bienestar colectivo. Este compromiso se sostiene de la solidaridad, la empatía y la responsabilidad social que asumimos con la plena convicción de que, en unidad, podemos preservar un Querétaro de paz y tranquilidad para las generaciones presentes y futuras.
Finalmente, quiero enfatizar que, a pesar de las agresiones, del miedo y de las tragedias que algunos intentan imponer, ninguna de estas amenazas será mayor que la esperanza que nos mantiene unidos.