Finalmente, aquí no hubo novedad. Se confirmó lo que indicaban las encuestas y Claudia Sheinbaum ganó con casi el 60% de la votación frente a Xóchitl Gálvez, quien, errática, primero se proclamó triunfadora, después reconoció su derrota y 12 horas después dijo que se quejará ante las instancias formales por lo que insiste fue una elección dispareja.

Morena se consolida a nivel nacional al ganar gubernaturas como Yucatán y, en números presidenciales, gana en todos los estados menos Aguascalientes. Incluso, hay que destacar que Claudia Sheinbaum obtiene más votos, tanto en número como en porcentaje, que López Obrador, y que en la sumatoria total, PRI, PAN y PRD obtienen menos votos que en 2018, lo cual habla de un profundo rechazo a la forma de hacer política de la llamada oposición, quienes en seis años no entendieron el mensaje de las urnas.

En lo local sí hay sorpresas. Se esperaba un crecimiento de Morena, pero no a tal grado de obtener ocho diputaciones de elección directa, quizás 12 ya con las plurinominales, con lo cual ni los guindas ni el PAN tendrán mayoría en la legislatura y tendrán que buscar nuevas formas de negociación, algo que hasta ahora el gobierno de Kuri y sus operadores políticos no habían necesitado, ya que hace tres años el PAN arrasó en la elección de gobernador y las intermedias federales.

También en la federal hay sorpresa: la mitad de las diputaciones son para el nuevo bloque oficialista, Morena y el Partido Verde; uno para el PRI y dos para el PAN. Tremenda derrota en lo federal. En las senadurías no hubo sorpresa, ganó Acción Nacional. En las presidencias municipales, Acción Nacional retiene las zonas metropolitanas; en zonas no metropolitanas se consolida Morena y Movimiento Ciudadano.

¿Qué nos dice esto? En el fondo, termina siendo un voto de castigo para el gobernador Mauricio Kuri, que ha pagado caro su novatez política, que hemos señalado en este espacio desde el inicio de su mandato con actos de represión y el no entender el discurso de la defensa del agua ante la enorme sequía por la que atraviesa el país. Y, finalmente, sus obras paranoicas, digo, faraónicas evidentemente acusan el desgaste de tres años de ejercicio de gobierno.

En definitiva, los resultados de estas elecciones son un claro reflejo de un electorado crítico que exige un cambio real en la política mexicana. Los próximos meses serán cruciales para entender cómo evolucionan estos nuevos equilibrios de poder, tanto en lo federal como en lo local. Mientras tanto, queda claro que el mensaje de las urnas es contundente: los ciudadanos demandan gobiernos más eficientes y cercanos a sus necesidades.

Periodista y sociólogo. @viloja

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