La segunda mitad del mandato de Mauricio Kuri empieza con otra crisis, esta vez en temas de seguridad pública. Querétaro se está “guanajuatizando”, un adjetivo que no le gusta al gobierno del estado, pero que ellos mismos han sembrado en su narrativa para justificar la última oleada de asesinatos.
Como primera respuesta ante las doce ejecuciones que hubo la semana pasada, ocho de ellas en un mismo día, el miércoles pasado, la reacción automática fue decir que los involucrados eran de Guanajuato. Recordemos la situación de violencia que vive el vecino estado, sobre todo en municipios como Celaya y los Apaseos, que colindan con Querétaro y cuyos problemas de inseguridad están tocando ya las puertas de nuestro estado.
Todo comenzó con un doble asesinato: un par de músicos guanajuatenses fueron ultimados afuera de un bar. De inmediato se señaló su origen y se quiso atajar el conflicto diciendo que era ajeno a Querétaro. Luego, otra persona fue asesinada en una barbería y la respuesta fue la misma: es de Guanajuato.
Y llegamos al “miércoles negro”, cuando en las primeras horas, en una localidad del municipio de El Marqués, cinco personas fueron asesinadas. De nuevo se dijo que eran de Guanajuato y que venían huyendo de problemas en su estado. Por la tarde, tres personas más fueron ejecutadas en Santa Rosa Jáuregui, y esta vez se les responsabilizó por ser consumidores de sustancias tóxicas.
Esta ha sido la respuesta de las autoridades locales y estatales: responsabilizar y desviar la atención hacia Guanajuato, en lugar de enfrentar la realidad. Ya no dicen que es gente de fuera o foráneos, sino que ahora directamente los catalogan como guanajuatenses. El enfrentamiento y la crisis de seguridad vinculada al crimen organizado han traspasado los límites del estado y las autoridades de Querétaro no han tenido una estrategia clara para mantener a salvo su territorio.
Querétaro, que antes se presumía como un estado seguro, ha demostrado en la última semana que esa seguridad ya no es una realidad. El discurso de que el estado se está “guanajuatizando” proviene del propio gobierno estatal, quienes son los primeros en decir que los culpables son de Guanajuato. Pero el problema no es de dónde vienen, sino dónde están ocurriendo estos crímenes, que ahora evidencian una crisis de seguridad en Querétaro.
Ha sido una semana negra para Kuri y para los alcaldes que apenas tienen unos días en el cargo. Recordemos que el propio gobernador Kuri impuso nuevas placas de circulación bajo el pretexto de que el dinero recaudado sería destinado a la seguridad. Sin embargo, hasta el momento no se ha notado ninguna mejora. Además, crímenes como asaltos y robos a casa habitación han tenido una ligera tendencia al alza y Querétaro está perdiendo su imagen de estado seguro.
Periodista y sociólogo. @viloja