La pandemia de Covid-19 trajo cambios sustanciales en aquellos estudiantes para quienes la práctica es fundamental en sus procesos de formación.
El distanciamiento social, las clases en modalidad virtual, han traído retos tanto para los estudiantes como para los académicos, con la finalidad de encontrar estrategias que les permitan suplir la ausencia en los laboratorios.
Dafne Mendoza Alvarado, Heber Isidro Morales Lugo y Érick Fernando Chacón Flores, son estudiantes del octavo cuatrimestre de la ingeniería en Mecatrónica, de la Universidad Politécnica de Querétaro (UPQ)
Ellos pasaron por este proceso, incluso por la incertidumbre de encontrarse de frente con piezas que conocieron solamente en la teoría y en las clases a distancia.
A finales del 2021, los tres alumnos representaron a la UPQ en el Reto Bushido de Ingeniería, impulsado por la empresa de automatización neumática y electroneumática SMC, donde concluyeron con una destacada participación, al obtener el cuarto lugar nacional.
El reto constó de tres fases, una fueron las semifinales virtuales que se realizaron el 12 y 14 de octubre, para dar pie al desafío en físico, durante cuatro días en las instalaciones de la compañía, en Silao, Guanajuato.
La tercera etapa, la última, fue en la plataforma de operaciones de la empresa, donde de manera presencial continuarían con las pruebas de sus conocimientos en automatización, neumática, hidráulica y electroneumática, explica Dafne.
Ya en las instalaciones de la compañía, se les plantearon retos que los estudiantes debían resolver aplicando la práctica, detalla Éric.
“Consistía en varios ejercicios, en un determinado tiempo. Conforme iban terminando esos ejercicios o resolviéndolos, acumulábamos puntos y así es como estuvimos trabajando en una semana. Los días se dividían por categorías, un día era puro circuito neumático, otro día electroneumático, hidráulicos y así”, cuenta el joven.
Poner en práctica lo aprendido en clases fue un desafío, tras casi dos años de pandemia, también una oportunidad de poner a prueba las estrategias educativas que se ajustaron al curso de la contingencia sanitaria.
“En la situación que estuvimos de las clases en línea, al ser una carrera muy práctica perdimos mucho de implementar las cosas físicas, siento que gracias a la universidad se ha centrado en que a pesar de la situación nos han preparado bien y se puede ver reflejado en que fuimos capaces de desempeñarnos muy bien (…) eso me hace sentir bien porque al ser un concurso nacional y quedar en los primeros lugares sí llena de facilidad”, comparte Érick.
Para Heber, participar en el concurso fue una experiencia nueva, pues implicó plasmar en un espacio de trabajo lo aprendido en el trayecto por la ingeniería en mecatrónica; además de ser un acercamiento a los problemas reales que se viven en la industria.
Añade que ha sido gratificante contar con espacios de práctica que los acercan a lo que será su futuro laboral.
El haber obtenido uno de los primeros lugares en el concurso, añade, es reflejo del esfuerzo de sus maestros por generar nuevos sistemas de trabajo a distancia, con los que se suplan las prácticas presenciales.
“Se nota bastante en los esfuerzos que realizan los maestros y en general la universidad, para poder plantear una organización, una estrategia en la que el trabajo en equipo se ve reflejado con resultados tangibles. (…) Después de la pandemia, llegar al concurso y quedar en cuarto lugar, pues es ahí donde se ve reflejado todo este esfuerzo”, añade Heber.
La participación de los estudiantes derivó en que la universidad recibiera equipo neumático con un valor cercano a 200 mil pesos, lo que —señala Heber— será en beneficio de la formación de los estudiantes.
Para Dafne la experiencia fue única, representó la oportunidad de elevar su formación práctica y de tener un acercamiento con los problemas que vive la industria en la que aspira laborar.
“El hecho de haber tomado esas materias en casa, en una computadora, aprendiendo cosas que deberíamos aprender de manera práctica; (…) tuvimos que pasar por una serie de momentos de estrés donde decía: esto lo vi de manera teórica, pero no había conectado mangueritas, no había hecho diferentes conexiones, había visto las imágenes de los dispositivos con los que estaba trabajando, pero nunca los había tocado”, menciona.
La joven relata que pasó por momentos de estrés al identificar de manera física herramientas y procesos que aprendió en la teoría, o mediante estrategias de estudio a distancia que implementaron sus maestros para suplir la práctica en las aulas.
“Los profesores encuentran la manera de mostrarnos videos, de trabajar con software en computadoras que son como simulaciones de lo que estarías haciendo con máquinas reales. Encuentras la manera de buscar por tu cuenta videos, ahora el internet ha sido una herramienta fundamental para sobrellevar el no tener las prácticas o no verlo en físico”, expone Dafne.
Frente a los retos que trajo la pandemia y lo complejo que pareciera ser cursar una carrera en modalidad a distancia o en un sistema híbrido Dafne invita a las personas a dar este paso y a confiar en las estrategias que han llegado tras dos años de contingencia sanitaria.