“Las muñecas, medio rotas y despeinadas, terminaban siempre tiradas en el piso de su cuarto. Los vestidos se le manchaban tan rápido que cuando volvía de la calle ya sabía lo que su madre le iba a decir: —Pero, Mayte, ¿estuviste jugando al futbol? —No mamá, me trepé a los árboles.” (Pateando Lunas, Berocay Roy, 1997).

Hasta hace algunos años, jugar al futbol era cosa de chicos. Hoy, hay una generación privilegiada que puede ponerse unos tachos sin ser criticada, y existe una generación todavía con mayores privilegios que puede vivir del futbol como profesional.

El futbol ya no es sólo una cosa de hombres
El futbol ya no es sólo una cosa de hombres

Con 29 años, Mariana Díaz Leal Arrillaga es jugadora de la Primera División Femenil de España, la liga Reto Iberdrola, donde representa al Club Deportivo Santa Teresa de Badajoz.

“Siempre me llamó mucho la atención el deporte por la actividad física, porque era una niña muy inquieta, pero empecé jugando basquetbol, mi escuela no tenía equipo de niñas, no se veía que el futbol fuera algo que pudiésemos practicar, y entonces en primaria jugaba básquet, practicaba atletismo y a veces también me metía al voli. Era bien inquieta, la verdad, y con una amiga de la primaria [Karla Granados] organizamos el equipo de niñas, íbamos como en quinto de primaria y así fue como empezó”, apuntó Mariana.

Llegó con su familia a Querétaro cuando apenas tenía 5 años, comenzó donde la mayoría de las futbolistas femeniles del estado han desarrollado su talento, en el equipo Estudiantes Saulas, del entrenador Saúl Cruz, y hoy es la única futbolista que representa al estado en el extranjero.

“Admiro a mi entrenador de Estudiantes, a Saúl Cruz, porque creo que gracias a él, el futbol femenil en Querétaro ha crecido mucho. Creo que es una persona que ha llegado a muchas niñas y hace su trabajo por amor al arte”, dice.

Carrera profesional

Mariana estaba estudiando la carrera de ingeniería industrial cuando una amiga le contó que en Estados Unidos estaban haciendo pruebas, sin pensarlo, se enlistó al otro lado de la frontera y durante tres veranos defendió los colores del Houston Aces, tenía 24 años cuando la travesía como jugadora profesional comenzó.

“En el equipo había una irlandesa haciendo su currículum de futbol, y otra igual, les pregunté y me dijeron que era para irse a jugar a una liga de Europa, armé mi CV, de videos que habían grabado, lo empecé a mandar a todas las ligas y al final me contestaron de un equipo de Italia, me fui para allá. Fue difícil, porque no llegó mi maleta. En la semana de pruebas me prestaron unos tachos que ni plantilla tenían, me quedaron enormes, pero hice la prueba y me aceptaron, así fue como empecé”, dice al recordar su paso por el San Zaccaria en Italia.

En este 2019 está cumpliendo su tercera temporada con Santa Teresa, equipo que va en los primeros lugares de la tabla general de la zona sur. Sin embargo, por ahora Mariana lleva varios meses sin poder jugar debido a una lesión de rodilla que le ha costado dos cirugías, por lo que ahora, luego de renovar su visa en México regresa a España con la ilusión de volver a la cancha.

Lucha por derechos en el futbol femenil

Hace 5 años cuando Mariana comenzó su carrera profesional en el futbol, ni siquiera se escuchaba la idea de formar la Liga MX Femenil. Hoy es una realidad, pero también es una triste realidad para la mayoría de las jugadoras mexicanas que forman parte de los equipos del futbol mexicano femenil.

“[El problema es] lo de el límite de edad, porque además de que se les quita la posibilidad a muchas niñas de jugar, las que entran en el rango de edad también estudian, y si estudian gracias a becas por el futbol, no pueden jugar como profesionales, entonces quitan nivel. Mejorar los sueldos, para que eso no sea un problema y puedan dar el 100 en el futbol”, expresa Mariana respecto a los cambios que haría en la Liga MX Femenil.

El futbol ya no es sólo una cosa de hombres
El futbol ya no es sólo una cosa de hombres

En España, Mariana recibe un sueldo que le permite vivir del futbol, siempre y cuando cuide sus gastos, algunas de sus compañeras estudian o trabajan y no se dan abasto; por ello, desde octubre de 2019 estalló la huelga de jugadoras de la Liga Iberdrola, y hasta el cierre de esta edición no se había llegado a un acuerdo entre jugadoras, equipos y federación. Pero la lucha por mejorar las condiciones del futbol femenil no solamente es en España, las futbolistas se están uniendo para sacar a adelante a sus ligas, frenar la discriminación y misoginia.

En el mundial femenil de este año, jugadoras como Ada Hegerberg, quien es considerada la mejor futbolista actual del mundo, se negó a asistir a la Copa Mundial, por la diferencia de sueldos que existe entre las jugadoras alrededor del mundo.

“Están trabajando con el sindicato de futbolistas, entre todas están trabajando, y no solamente las españolas, sino las extranjeras que estamos ahí también, hay una chica colombiana con la que jugué en Houston y la acaba de fichar el Sevilla, y también en Colombia, ella ayudó a su liga nacional, porque iba a desaparecer y entre todas las colombianas se juntaron para ir con la federación y ahora les dan el apoyo”.

Posiblemente hoy ya no ven raro a las mujeres por jugar al futbol, pero los tiburones que manejan el negocio aún discriminan, menosprecian y opacan a estas soñadoras del balón; sin embargo, en Querétaro y en el mundo, existe una jugadora que sigue luchando por su sueño.

“Está bonito pensar que alguien puede inspirarse por la trayectoria que he tenido, pero les diría que lo que hacen lo hagan con el corazón, que lo disfruten, y que se dediquen a eso que les encanta”, señala.

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