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Kevin Eduardo Guillén Sosa es estudiante de noveno cuatrimestre de la carrera en Mantenimiento Industrial en la Universidad Tecnológica de Querétaro la Universidad Tecnológica del Estado de Querétaro (UTEQ) y recientemente, el joven obtuvo en Japón el Premio al Mejor Proyecto Académico del Emerging Future Technology Training Program (EmFuTech) 2023.
Kevin, quien es originario de Michoacán, asegura que desde pequeño mostró un gran interés por la ciencia y la tecnología, motivo por el cual decidió venir a Querétaro a estudiar, ya que considera que es el estado con mayor desarrollo industrial y tecnológico.
Fue gracias a su desempeño académico y en los proyectos en los que Kevin se ha visto involucrado a lo largo de su carrera, que cuando salió la convocatoria para la estadía de tres meses en el Instituto Mirai, en Japón, decidió participar y fue seleccionado logrando viajar al país nipón en el transcurso de este año.
Kevin reconoce que cuando eligió su carrera y decidió mudarse a la entidad queretana, jamás se imaginó que se iba a encontrar la oportunidad de emprender un viaje al otro lado del mundo, conocer una nueva cultura y, a la vez, cambiar su proyecto de futuro.
“Antes de vivir esa experiencia yo estaba en un entorno que me limitaba a las opciones que había aquí cerca en la zona, porque si bien a uno le cuentan que existen oportunidades, que se puede migrar a un país como ese, no lo ve tan real, entonces al final de cuentas, al menos en mi caso, yo me limitaba a las opciones de aquí de la zona, pero una vez viviendo esta experiencia y yendo a otro país, me pude dar cuenta que las oportunidades son mucho más grandes”, asegura el joven.
Al llegar al país asiático le fueron presentados diversos proyectos en los que podía participar y, ante su curiosidad por la industria aeroespacial, Kevin optó por el diseño y estandarización de un nanosatélite Cubesat para transportar, el cual requirió que el joven, como su nombre lo dice, diseñara y mejorara el sistema de Cubesat para permitir que dentro de un pequeño cubo sea posible introducir un robot que llegue al espacio con la finalidad de realizar diferentes tareas.
“En mi caso ya había un prototipo, pero mi trabajo fue estandarizarlo, me refiero a hacer análisis de fuerzas, de materiales, vibraciones, etcétera, entonces fue hacer todo este tipo de análisis para poder estandarizarlo y llevarlo un poco más a la parte analítica y saber que iba a funcionar”, explica.
“Los Cubesat son algo conocido dentro de la industria aeroespacial, se vienen trabajando desde hace varios años y literalmente son cubos, es un satélite en forma de un cubo de 10 por 10 centímetros, hay distintas medidas, 10 por 20 y más grandes; a mí me tocó hacer todo el diseño y ver toda la parte mecánica de cómo se iba a implementar el robot dentro del cubesat, mandarlo al espacio y que allá que se pudiera desplegar”, explica.
Para Kevin el proyecto representó un reto, ya que debió estudiar y empaparse de información sobre la industria aeroespacial y precisiones sobre la materia; lo anterior, sumado a que quienes arriban al Instituto Mirai en Japón provienen de todo el globo, estudiantes y profesionales de distintas áreas, lo que hace la competencia mucho más ardua, así que cuando se enteró de que había ganado el premio al mejor EmFuTech 2023 quedó sorprendido, pero, sobre todo, feliz.
“La verdad fue un sentimiento de satisfacción general muy grande porque fue el trabajo de tres meses, entonces sí fue un sentimiento muy grande de satisfacción porque saber que lo que yo estuve desarrollando, estuve haciendo y todo el esfuerzo que le estuve poniendo a ese proyecto, que al final alguien lo reconozca, me sentí muy feliz en ese momento, saber todo lo que había aprendido en la escuela y todo lo que pude hacer ahí, más que nada el saber que era capaz de hacer algo de ese nivel, la verdad es que sí me dio un sentimiento muy grande de satisfacción”, relató.
La experiencia de Kevin en Japón ha trascendido más allá del propio joven, pues reconoce que es el primero de su familia en haber logrado viajar al extranjero; además, todo lo que conoció, compartió y aprendió de una nueva cultura fue algo que todos los días compartía con sus padres y su hermano, quienes sumado a mostrar su constante apoyo al joven, también lograron vivir la experiencia junto con él.
“De mi familia más cercana fui la primera persona que pudo salir al extranjero y para todos fue una noticia muy grande porque como nadie había tenido la oportunidad, no sabíamos cómo era, entonces, desde que conocíamos todos los procesos, desde los trámites, tramitar el pasaporte, la visa, desconocíamos todo eso […] Pero una vez estando allá, no sólo cambió mi perspectiva sino la de mi familia porque estaba yo mucho en contacto con ellos y siempre les contaba todo lo que pasaba, las anécdotas, todo lo que visitaba, toda la gente, entonces no sólo mi perspectiva cambió, sino también la de mi familia”, relata el joven.
Tras esta experiencia que vivió en territorio asiático, el panorama de Kevin se ha ampliado y ahora buscará seguir aprendiendo dentro y fuera de México, por lo que ahora planea incluso estudiar un posgrado en otro país.
“Ahora, al menos mi deseo o lo que yo quiero es continuar visitando otros países, en lo personal me gustaría realizar un posgrado en otro país, pero sí cambia mucho la perspectiva, se vuelve mucho más globalizada”, agrega el joven.